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El curioso caso de Benjamin Button del BMW i3. Cada vez más vendido, cada vez más rentable…y seguirá hasta 2024 a la venta

El caso del BMW i3 es digno de ser estudiado en el futuro en las universidades. Y es que el primer coche eléctrico de BMW ha visto como su popularidad y rentabilidad ha ido incrementándose con el paso del tiempo. Algo que le ha servido para ir renovándose sin grandes cambios físicos con el paso del tiempo y que ahora le permitirá convertirse en uno de los modelos con una vida más larga de la industria.

Lo normal en BMW es que como mucho cada ciertos años los modelos vivan un cambio de generación. Entre cada una hay pequeñas modificaciones conocidas como restyling en una vida útil que raramente supera los siete años. Pero el BMW i3, lanzado en 2013, podrá contar a sus descendientes que ha logrado superar los 11 años en el mercado.

Esto lo ha confirmado BMW, que ha indicado que aunque en un primer momento la idea era retirar de la venta al i3 junto con el i8 en 2021, la realidad es que las ventas del i3 no han parado de crecer en los últimos años y por ejemplo entre enero y octubre de este 2019 las matriculaciones han crecido un 20%.

A esto se suma la amortización de las inversiones necesarias para su fabricación, lo que permite que BMW gane dinero por cada unidad vendida. Por lo tanto si cada vez vende más, y es rentable, lo normal es que continúe a la venta, y el contar con un diseño muy moderno que seis años después y a pesar de recibir mínimos cambios, continua siendo muy actual.

Se puede añadir a los motivos para su continuidad el no contar con un sucesor. No será hasta 2021 cuando BMW lance un nuevo miembro de la familia «i», que además no se colocará por segmento cerca del propio compacto. Por lo tanto el i3 tendrá su espacio propio como decimos al menos hasta 2024.

También se ha confirmado que el i3 recibirá una nueva actualización de su batería para poder mantener su competitividad durante los próximos años. Unos cambios de los que de momento no se han dado cifras oficiales, pero que muy posiblemente suponga la instalación de una batería de unos 52 kWh, lo que llevaría la autonomía hasta una cifra cercana a los 400 km bajo el ciclo WLTP.

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Fuente | LVZ

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