En el pasado, fueron varios los fabricantes de coches eléctricos que exploraron los cambios de batería como alternativa a la carga ultra-rápida. Este método, consistente en sustituir el pack agotado por otra batería con la carga completa en apenas unos minutos gracias a una estación altamente automatizada, fue probado por Renault con su Fluence Z.E. y por Tesla con el Model S.
Tanto la marca francesa como la americana terminaron abandonado esta iniciativa por la falta de demanda del servicio. Lo cierto es que, a pesar de ser sobre el papel un método más rápido que la carga a alta potencia, lo cierto es que los consumidores consideran más práctico cargar su coche durante un rato que recibir las baterías ya cargadas de otro vehículo, las cuales podrían no estar en el mismo estado que las originales.
Actualmente, este método todavía tiene perspectivas de futuro de la mano de las motos eléctricas, pues muchas de ellas tienen packs extraíbles que facilitan el intercambio de forma rápida y sencilla. Gogoro, Silence… Son varias las empresas que ofrecen este servicio para sus scooters. Además, también hay un fabricante de automóviles que mantiene su apuesta por esta solución: NIO.
La marca de origen chino ha construido varias estaciones de intercambio rápido de batería en su país natal. De hecho, el gobierno de China ha decidido crear una serie de estándares para el reemplazo de baterías debido a que ve buenas perspectivas de futuro para esta solución, la cual permite tiempos de «repostaje» muy reducidos respecto a la actual carga ultra-rápida.
En plena recesión del mercado automovilístico chino, parece que ahora el gobierno quiere seguir reduciendo los subsidios a los coches eléctricos, decantándose por «guiar» el desarrollo de este tipo de vehículos. En palabras del ministerio correspondiente: «Como próximo paso, optimizaremos las condiciones de desarrollo, guiaremos a las compañías para mejorar la tecnología de reemplazo de baterías, promoveremos la formación de un modelo comercial más maduro y mejoraremos aún más la conveniencia de usar vehículos alternativos».
Sin estándares comunes, los clientes están abocados a emplear exclusivamente las estaciones de cambio de batería de una compañía concreta; sin embargo, gracias a estas medidas del gobierno chino podrán aparecer terceras empresas dedicadas al intercambio de baterías para coches eléctricos. ¿Finalmente llegará a florecer una industria en torno a esta olvidada solución?
Fuente | Automobil Produktion
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