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Volvo también apostará por levantar una fábrica propia de baterías, y confirma la versión eléctrica del XC90

Los planes de los fabricantes incluyen en cada vez mayor medida la producción de coches eléctricos. Pero estos se han dado cuenta que además de coches, necesitan un suministro fiable de baterías. Un aspecto que se ha convertido en un cuello de botella que frena muchos proyectos. Para tratar de anticiparse a este problema, Volvo ha confirmado que levantará su propia fábrica de baterías para alimentar la demanda de sus coches eléctricos.

Esta primera planta se situará en Carolina del Sur, Estados Unidos, y formará parte de una inversión de 1.100 millones de dólares que permitirá poner en marcha una zona de producción de baterías pensada para reducir los tiempos de entrega y los costes logísticos del envío de estos pesados elementos, y que desde Volvo esperan esté operativa ya en 2021.

De momento la instalación se dedicará al ensamblado y fabricación de packs, lo que significa que de momento Volvo seguirá adquiriendo las celdas a su suministrador actual, LG, que ya cuenta con una planta de celdas en suelo americano, y que prepara una segunda que se pondrá en funcionamiento en 2022.

Al mismo tiempo, Volvo ha confirmado que ampliará la familia eléctrica con un tercer modelo. Después del XC40 y el Polestar 2, esta propuesta que se colocará por encima de ambos por tamaño y que se asentará en la nueva plataforma denominada «Arquitectura de Producto Escalable» (SPA2). Esta permitirá a Volvo continuar con su estrategia de ofrecer todas las variantes mecánicas posibles con una misma plataforma. Desde eléctrica pura, hasta gasolina e híbrida.

De momento no hay información de la configuración mecánica del Volvo XC90 eléctrico, pero todo nos hace indicar que heredará el sistema de propulsión y baterías de sus hermanos de gama, con dos motores eléctricos (uno por eje, lo que le da tracción total) que le dan una potencia total combinada de 300 kW (408 CV).

La batería por su parte se situará como mínimo en los 78 kWh del Polestar, que le proporcionan 400 km WLTP. Aunque es muy posible que la mayor distancia entre ejes permita diseñar un pack de mayor capacidad para ofrecer una segunda versión con cerca de 100 kWh, que elevaría el alcance hasta una cifra cercana a los 500 km WLTP.

Un Volvo XC90 eléctrico que llegará en 2022 al mercado con el objetivo de pescar en un segmento cada vez más popular donde el fabricante sueco quiere jugar la carta del diseño, la calidad y los elevados niveles de seguridad que le caracterizan, todo en un nicho cada vez más competitivo donde cada vez hay más y mejores propuestas.

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Vía  | Autonews

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