El Grupo Volkswagen cuenta a día de hoy con unos ambiciosos planes de electrificación en los que todas sus marcas tendrán un papel, desde las generalistas SEAT y Skoda hasta la premium Audi, sin olvidarnos de las deportivas Porsche, Lamborghini y Bugatti. Bentley, la firma de lujo del gigante automotriz, también será parte de esta estrategia global.
A pesar de todo, no está previsto que la marca británica disponga de su propio coche eléctrico hasta el año 2025. Para cuando el primer Bentley eléctrico de producción salga al mercado, probablemente las baterías de electrolito sólido estén lo suficientemente desarrolladas como para que el vehículo pueda ofrecer una autonomía similar a la de sus hermanos de combustión, una de las principales preocupaciones de los responsables de la marca.
Es altamente probable que Bentley emplee la plataforma PPE en su futura gama eléctrica. Esta arquitectura exclusiva para coches eléctricos está siendo actualmente desarrollada por Audi y Porsche, y está previsto su empleo en berlinas y SUV de lujo y/o altas prestaciones, por lo que sobre ella Bentley podrá articular una completa familia de vehículos que complemente a los actuales Continental, Flying Spur y Bentayga.
Sin embargo, como hemos indicado anteriormente todavía tendremos que esperar media década hasta la llegada del primer Bentley eléctrico. Entre tanto, la firma inglesa se limitará al lanzamiento de versiones híbridas enchufables de sus modelos térmicos, solución que permitirá a la histórica firma reducir sus emisiones contaminantes homologadas y cumplir con los objetivos del Grupo Volkswagen.
Actualmente Bentley cuenta entre sus filas con un único híbrido enchufable, el SUV Bentayga Hybrid. Este todocamino acaba de recibir su autonomía homologada bajo el estricto ciclo americano EPA, y el resultado ha sido cuanto menos decepcionante: con apenas 29 km en modo 100% eléctrico, el vehículo muestra una eficiencia muy reducida.
La batería del modelo en sí no es pequeña, pues dispone de 17,3 kWh de capacidad (de los cuales unos 13 kWh son útiles). Por lo tanto, posiblemente el problema radique en la aerodinámica y en el peso este enorme todocamino de lujo, que bajo el ciclo de homologación europeo WLTP tampoco brilla especialmente (con 39 km de autonomía se queda por debajo del mínimo de 40 km necesario para poder acceder al distintivo ambiental CERO en España).
El vehículo cuenta a pesar de todo con unas prestaciones verdaderamente interesantes, siendo capaz de hacer el 0 a 100 km/h en apenas 5,5 segundos, con una velocidad punta de 254 km/h gracias a su tren motriz de 443 cv (330 kW) y 700 Nm de par combinado con un sofisticado sistema de tracción total.
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