De acuerdo con fuentes gubernamentales, las ayudas para impulsar la electrificación del transporte (es decir, tanto a la adquisición de vehículos eléctricos como a la expansión de la infraestructura de carga) se mantendrán «como mínimo» hasta el año 2025. El objetivo final es lograr que para 2040 no se matriculen vehículos térmicos en España (incluyendo gasolina, diésel e híbridos), si bien por el momento no hay ninguna prohibición concreta sobre la mesa.
Según las mismas fuentes, se estima que entre 2023 y 2027 se alcanzará la paridad de precios entre los coches de combustión interna y los eléctricos. Por lo tanto, las ayudas se mantendrán hasta que se logre dicho objetivo, si bien una vez los coches eléctricos resulten más baratos de operar el mantenimiento de los programas de subvenciones ya no será necesario.
El gobierno actualmente se encuentra trabajando en el marco europeo con el objetivo de reducir las emisiones asociadas al sector del transporte. A pesar de lo llamativo que puede resultar leer que la gasolina y el diésel «morirán» en nuestro país en apenas 20 años, numerosos expertos estiman que una vez el coche eléctrico gane impulso probablemente estas cifras parezcan incluso conservadoras, estimándose que se producirá una expansión masiva en las ventas de este tipo de vehículos en el viejo continente a lo largo de los próximos años.
Se espera que este mismo martes el Consejo de Ministros apruebe el Anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética, texto en el que se incide en la estrategia de descarbonización del parque automovilístico español para el año 2050. Para lograr dicho objetivo se adoptarán las medidas necesarias dentro del marco de la normativa de la Unión Europea.
«En desarrollo de la estrategia de descarbonización a 2050 se adoptarán las medidas necesarias, de acuerdo con la normativa de la Unión Europea, para que los turismos y vehículos comerciales ligeros nuevos, excluidos los matriculados como vehículos históricos, no destinados a usos comerciales, reduzcan paulatinamente sus emisiones, de modo que no más tarde del año 2040 sean vehículos con emisiones cero de dióxido de carbono″.
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