Cuando vemos las autonomías de los coches eléctricos chinos, nos llama la atención el uso del vetusto y nada fiable ciclo NEDC, usado en Europa hasta hace poco tiempo. Algo que da como resultado cifras de autonomía sorprendentes, como los hasta 706 kilómetros que logra el Xpeng P7 con una batería de 80.9 kWh. Algo que nos indica que o el coche es muy eficiente, o que el ciclo de homologación sigue siendo un desastre.
Ahora Xpeng ha querido mostrar de una forma más transparente las verdaderas capacidades de su P7, y ha publicado una lista de los resultados de las pruebas de autonomía que están logrando los primeros medios que han podido completar pruebas de autonomía reales.
Según los resultados, la versión RWD Super-Long Range, con 670 kilómetros de autonomía NEDC según el fabricante, habría logrado alcanzar el 85% de las cifras conseguidas bajo este formato de homologación.
Esto se traduce en autonomías reales de entre 566 y 574 kilómetros. Curiosamente unas pruebas que cada medio ha realizado en diferentes ambientes, ciudad y autovía, siendo las mejores marcas las que ha tenido más presencia de autovía.
Como vemos en la imagen publicada por Xpeng, el medio que más lejos ha llegado ha sido la página Laosiji.com, que en un trayecto del 70% por ciudad y 30% por autovía ha conseguido llegar a los 574 kilómetros con una sola carga. Por el contrario otra de las páginas, con un 100% de desplazamiento en zona urbana, se ha quedado en 566 kilómetros.
La principal diferencia a falta de datos como velocidad media, es la temperatura externa. Mientras que el primer test ha tenido una temperatura exterior idónea, entre 18 y 23 grados, la última ha tenido que completarse con el termómetro llegando a los 35 grados centígrados.
Estos datos nos indicarían que durante las pruebas el Xpeng P7 habría promediado un consumo de entre 15 y 16 kWh a los 100 kilómetros. Algo que de confirmarse, nos indicaría que estamos ante un modelo extremadamente eficiente ya que no olvidemos que hablamos de una berlina de 4.88 metros de largo.
Un apartado al que sumar a otros ya conocidos como su atractivo y moderno diseño, sus buenos niveles de acabados, y un ejercito tecnológico con funciones como la conducción autopilotada y un avanzado sistema de aparcamiento automático. Todo completado con unos precios bastante competitivos, al menos dentro del mercado chino.
La versión más accesible arranca en los 34.700 euros al cambio, mientras que la tope de gama se va a los 47.500 euros. Cifras muy jugosas se consiguen gracias a los generosos subsidios que concede el gobierno chino a los coches eléctricos; pero que incluso añadiendo los 10 o 15 euros adicionales que podría costar en Europa eliminando ayudas y añadiendo los costes arancelarios, siguen dándonos una cifra bastante competitiva para una propuesta que como recordamos tiene el ojo puesto en occidente, donde ya ha comenzado a explorar el terreno con el inicio de las entregas del SUV G3 en mercados como Noruega.
