¿Quieres estar informado diariamente con las últimas novedades del mundo del motor?

Ahora no Permitir

Dyson enseña el aspecto de su fallido coche eléctrico, capaz de alcanzar los 1.000 km de autonomía con una batería de 150 kWh

El pasado mes de octubre el empresario británico Dyson confirmaba la cancelación de su ambicioso proyecto para lanzar un coche eléctrico al mercado. Una iniciativa que finalmente se ha quedado en el camino y sobre la que ahora conocemos nuevos detalles.

Se trata de un enorme SUV con un aspecto moderno, con un frontal que nos recuerda poderosamente la propuesta de Lucid Motors, una trasera claramente muy mejorable desde el punto de vista estético, y unas masivas llantas de nada menos que 24 pulgadas.

Este se asienta en un cuerpo de 5 metros y 2.6 toneladas, donde podrían instalarse hasta siete pasajeros. A pesar de las enormes dimensiones, y el hecho de que ofrecía una posición de conducción descrita por Dyson como «dominante», este modelo con sus 1.690mm era mucho más bajo que un Range Rover. Un diseño pensado principalmente para ofrecer un amplio espacio interior, sobre todo en las plazas traseras, pensando en mercados como el chino donde muchos compradores viajan de pasajeros.

La propulsión correría a carga de dos motores eléctricos diseñador por Dyson, con una potencia combinada de 528 CV, que permitiría disparar esta mole sobre ruedas hasta los 100 km/h en apenas 4.6 segundos. 

Dyson esperaba poder instalar una enorme batería de 150 kWh, con la que esperaba lograr una autonomía de casi 1.000 kilómetros con cada carga. Un pack que podría haber heredado los trabajos realizados por el equipo de baterías de Dyson, que en 2015 adquirió a la prometedora Sakti3. Un nombre con fuerte relación con la también prometedora batería de electrolito sólido.

Un futuro que ya se había tenido en cuenta en el actual diseño de una batería que podría ser fácilmente extraida para sustituirla por una nueva tecnología cuando llegase el momento.

Y por qué no llegó este modelo al mercado. Desde Dyson se ha confirmado que el principal problema era el económico, ya que el precio de salida de esta propuesta tendría que llegar a las 150.000 libras esterlinas, unos 168.000 euros al cambio. Una cifra bastante elevada que no le garantizaba una acogida lo suficientemente grande en un mercado con cada vez más competencia.

A pesar de todo, desde la empresa no se dan por perdidas todas las inversiones realizadas en este proyecto, que ha supuesto un coste de 500 millones de libras procedentes del bolsillo del propio Dyson, y que ha dado como resultado un desarrollo en aspectos como la plataforma, el sistema de baterías, o los motores, que podrían encontrar su hueco en el mercado en forma de licencias o como suministrador. Incluso podría regresar de la mano de un nuevo modelo más compacto y competitivo desde el punto de vista comercial.

Un triste final de una interesante iniciativa, que tiene su lado positivo y es que su cancelación por culpa del incremento de las propuestas de los grandes grupos supone que el mercado está madurando, se traduce en mayor competitividad y cada vez más y mejores propuestas a disposición de los consumidores.

Fuente | Dyson

Compártelo: Compartir en WhatsApp Compartir en Menéame