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Un poco de historia. Peugeot 205 eléctrico: el antecesor del actual e-208

El Peugeot 208 de segunda generación fue lanzado al mercado el año pasado. Este modelo, heredero de una de las sagas de utilitarios más exitosas de la historia (205, 206, 207…), contaba por primera vez con una versión 100% eléctrica: el e-208, el cual ha logrado en apenas unos meses convertirse en uno de los coches eléctricos más populares de Europa.

El Peugeot e-208 se asienta sobre la plataforma modular e-CMP del grupo PSA, la versión eléctrica de la CMP. Cuenta con una batería de 50 kWh (capacidad bruta) con refrigeración líquida y celdas de origen CATL capaz de darle una autonomía de 340 km bajo el ciclo de homologación europeo WLTP. Puede cargar a 11 kW en alterna (5 horas y 15 minutos para recuperar el 100% de su rango) y a 100 kW en continua (30 minutos para el 80%).

Su motor eléctrico de 136 cv (100 kW) de potencia y 260 Nm de par le permite hacer el 0 a 100 km/h en apenas 8,1 segundos, mientras que su velocidad punta está limitada a 150 km/h. Como puede verse, es un modelo muy competente a nivel de prestaciones, lo que unido a un precio de partida atractivo lo ha convertido en uno de los utilitarios eléctricos más interesantes del panorama.

Pero, ¿y si os dijéramos que el e-208 no es el primer modelo de este tipo creado por Peugeot? Es por muchos sabido que en los años 90 la firma comercializó el 106 Électrique; sin embargo, la mayoría desconocen que ya en los años 80 la firma de Sochaux estuvo a punto de lanzar un modelo similar: una versión eléctrica del mítico 205.

El Peugeot 205 fue presentado en el año 1983, y tal fue su éxito que se mantuvo en producción hasta 1998. Este modelo fue el automóvil más vendido de Francia durante años, así como el principal responsable del reflote económico del grupo PSA, que se encontraba en una situación muy delicada a principios de los 80.

Su rivalidad con el Renault Supercinco y su sustituto, el Clio I, fue legendaria, y versiones como los Rallye y GTI lo convirtieron en uno de los modelos más deseados por los jóvenes. Sin embargo, Peugeot también tuvo un proyecto para lanzar una versión 100% eléctrica de su modelo estrella, la cual sin embargo nunca llegó a la producción en serie.

El 20 de junio de 1984 se presentó el primer prototipo de este interesante modelo, el cual fue desarrollado en colaboración con la Agencia Francesa para el Control de la Energía (AFME). El Peugeot 205 eléctrico era un vehículo muy avanzado en numerosos aspectos, pues su motor eléctrico, sus baterías y su unidad de control eran tan compactos que cabían en el vano delantero.

Gracias a esto, el espacio interior y el maletero no se veían alterados. Además, Peugeot también llegó a desarrollar una versión comercial de dos plazas con una capacidad de carga de 1 metro cúbico. En el interior solo cambiaban aspectos como la instrumentación (el cuentarrevoluciones y el indicador de gasolina eran sustituidos por un económetro y un medidor de carga) y la ausencia de palanca de cambios (reemplazada por un selector).

Su motor de origen Leroy-Somer tenía 11 cv (8 kW) de potencia, con un pico de 23 cv (17,5 kW). El modelo hacía el 0 a 50 km/h en 11,6 segundos, mientras que su velocidad punta era de 100 km/h. Como puede verse, no era un vehículo especialmente rápido, si bien no podemos perder de vista que estamos hablando de un automóvil con casi 40 años a sus espaldas.

A una velocidad media de 40 km/h, el Peugeot 205 eléctrico prometía una autonomía de 200 km, mientras que a 70 km/h se quedaba en 140 km. Estas cifras son llamativamente buenas, y lo convertían en un vehículo ideal para el entorno urbano.

Su batería de níquel-hierro (Ni-Fe) de origen Saft estaba compuesta por 12 packs de 6 voltios con una capacidad nominal de 230 A y un peso de 300 kg. Tardaba 10 horas en cargarse por completo en una toma doméstica de 16 A (3,68 kW de potencia). El vehículo pesaba un total de 850 kg; es decir, era apenas 100 kg más pesado que un 205 convencional: a pesar del peso extra que suponían las baterías, se compensaba con la eliminación del motor térmico y la caja de cambios.

Una de las grandes innovaciones del modelo era su sistema de recuperación de energía en desaceleraciones y frenadas completamente funcional. Además, a la hora de frenar un distribuidor electrónico regulaba la acción de la frenada regenerativa y de la mecánica, lo que permitía mejorar el rendimiento y disminuir el desgaste de las pastillas.

A pesar de que se llegaron a fabricar hasta 20 prototipos, estando previsto el inicio de su comercialización para 1990, finalmente estos planes se desecharon debido a su elevado coste. Con todo, las investigaciones llevadas a cabo con este vehículo permitieron el desarrollo de las versiones eléctricas de los Peugeot 106 y Citroën AX y Saxo, los cuales sí que estuvieron varios años a la venta.

El Citroën AX Électrique fue el primero en llegar al mercado en 1993. Enfocado principalmente a flotas de reparto urbano, el modelo contaba con un motor de 27 cv, gracias al cual alcanzaba una velocidad punta de 91 km/h, con una autonomía de entre 80 km y 100 km por carga. Tardaba en cargarse al 80% alrededor de 8 horas conectado a la red eléctrica doméstica.

Este modelo fue sustituido por los Citroën Saxo Électrique y Peugeot 106 Électrique, los cuales mantenían el motor de 27 cv y las baterías de níquel-cadmio de su predecesor. Su velocidad punta rondaba los 90 km/h, con una autonomía de hasta 100 km. El Saxo Électrique se fabricó de 1997 a 2003, produciéndose un total de 5.500 unidades. El 106 Électrique por su parte estuvo a la venta de 1995 a 2003, con un total de 6.400 unidades construidas. La mayor parte de la producción fue comprada por la administración francesa.

Hubo que esperar hasta 2019 para que PSA lanzara el heredero directo de esta saga de modelos, el actual Peugeot e-208. Entre medias (2010-2020) el grupo vendió los Citroën C-Zero y Peugeot iOn, los cuales en realidad eran una simple versión remarcada del Mitsubishi i-MiEV, uno de los primeros coches eléctricos modernos de producción en masa.

Actualmente PSA tiene a la venta otro utilitario eléctrico, el Opel Corsa-e, y se espera que a medio plazo también se añada una variante a baterías del Citroën C3, que recibirá su cuarta generación entre los años 2022 y 2023. Mientras que el Peugeot tiene un enfoque aspiracional, el Citroën apostará por un planteamiento low-cost.

Se espera que a partir del año 2023 el grupo PSA renueve la mecánica de sus modelos eléctricos con la llegada de una nueva generación de motores desarrollados conjuntamente con Nidec y de unas baterías con celdas de origen Saft, el mismo fabricante que desarrolló el pack del Peugeot 205 eléctrico. Aunque estos avances llegarán primero a los modelos basados en la plataforma e-EMP2, más adelante se extenderán a los asentados sobre la e-CMP, entre los que se encuentra el Peugeot e-208, heredero de los 205 y 106 eléctricos.

Fuente | Forum-Peugeot.com

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