¿Quieres estar informado diariamente con las últimas novedades del mundo del motor?

Ahora no Permitir

All Polymer Battery busca revolucionar la producción de baterías con un sistema que reduce un 90% los costes

Hideaki Horie es un ingeniero japonés con experiencia trabajando en empresas como Nissan, y que ahora ha desvelado los primeros detalles de un interesante trabajo que busca dar una vuelta de 180 grados a la forma en la que producimos baterías. Un sistema de polímero que da nombre a la empresa, y que ha recibido el apoyo de la industria nipona para comenzar sus primeras pruebas.

La idea de Horie es cambiar la forma en la que se fabrican las celdas en la actualidad, donde se involucran factores como la necesidad de espacios cerrados con costosos sistemas de filtración de aire para que la contaminación no entre en las celdas. Algo que provoca que poner en marcha una nueva instalación cueste grandes cantidades de dinero y necesite años para su puesta en funcionamiento a nivel industrial.

Un sistema más parecido a la producción de semiconductores que este técnico nipón quiere transformar hacia un formato similar al de la producción de acero.

Este nuevo sistema supondría reemplazar los componentes básicos de la batería (electrodos revestidos de metal y electrolitos líquidos) por una construcción de resina. Un enfoque que simplifica y acelera drásticamente la fabricación en un proceso que permite la producción de láminas de hasta 10 metros de largo que se pueden apilar unas encima de otras para aumentar la capacidad.

A esto se añade que el uso de polímeros hará que la estabilidad de las celdas sea muy superior, y según su creador gracias a un diseño bipolar, que elimina los cuellos de botella de energía actuales, permitirá que toda la superficie de la batería absorba las sobretensiones en casos como un accidente o un impacto fuerte.

Un ejemplo gráfico del tremendo cambio que supondría este formato de resultar exitoso, es que gracias a la captación de capital realizada en pasado mes de marzo, 65 millones de euros al cambio, que según Hideaki Horie son suficientes para poner en marcha la primera planta de producción con capacidad de para producir 1 GWh en 2023.

Una cifra por supuesto teórica, pero que podemos comparar con los 504 millones de euros que ha invertido LG Chem en su planta de Polonia para aumentar su producción en 1.3 GWh al año.

Entre los retos a superar por la tecnología es que los polímeros no son tan conductores como el metal, lo que puede afectar a la capacidad de carga de la batería. También se hace más difícil el control individual de las celdas por su diseño bipolar.

Pero el principal reto al que se enfrenta esta iniciativa es la competencia por parte de los grandes fabricantes de baterías de litio, que están alcanzando una economía de escala sin precedentes lo que permite reducir costes de forma constante. Algo que la tecnología de polímeros está muy lejos de lograr a pesar de la promesa de poder alcanzar una reducción de costes del 90% respecto a los sistemas actuales.

Esto podría llevar este sistema a situarse como alternativa en nichos de mercado, como por ejemplo las baterías estacionarias, tanto residenciales como las encargadas de regular la red eléctrica y almacenar los excedentes de las energías renovables. También en sectores como la aviación, donde la seguridad es un aspecto capital de cara a la confianza de los fabricantes a la hora de electrificar sus aviones.

Ahora será el tiempo y los hechos los que juzguen si estamos ante una verdadera revolución en la forma en la que se fabrican baterías, o de lo contrario ante otro intento que se quedará en el tintero.

Relacionadas | La producción mundial de baterías de litio se cuadriplica en cinco años por el impulso de los coches eléctricos

Vía | Bloomberg

Compártelo: Compartir en WhatsApp Compartir en Menéame