A finales del mes de junio se presentaba el nuevo Citroën ë-C4. Una propuesta que llegaba para completar el despliegue de un programa de coches eléctricos que en pocos meses se ha extendido por buena parte de la oferta del grupo francés PSA. Pero la llegada del ë-C4 tiene un fuerte componente simbólico ya que con el próximo inicio de su producción en la planta de Madrid, permitirá a PSA convertirse en el único fabricante que produce coches eléctricos en todas sus plantas españolas.
Esto ha supuesto la adaptación de las instalaciones de Zaragoza, Vigo y Madrid. Unas líneas preparadas para ensamblar la nueva plataforma CMP que ha permitido a las fábricas de nuestro país dar un paso adelante en competitividad y flexibilidad y que pueden producir modelos de los segmentos B y C en sus versiones gasolina, diésel y 100% eléctricas de cualquiera de las 5 marcas (Peugeot, Citroën, DS y Opel.
Una estrategia que tiene en la electrificación de la gama uno de sus puntos fuertes. Desde 2019, el 100% de los lanzamientos de las distintas marcas de Groupe PSA incorporan una versión electrificada, que convivirá con motorizaciones gasolina y diésel Euro 6. El objetivo es que el 100% de la gama esté electrificada en 2025.
Pero para lograrlo, hacen falta fábricas capaces de atender la demanda. De esta forma, a principios de 2020, la Planta de Zaragoza ya comenzó su producción del Opel Corsa-e y la de Balaidos, Vigo, el Peugeot e-2008. Con el Citroën ë-C4, que inicia su fabricación en Madrid, culmina esta primera fase de la estrategia de electrificación de Grupo PSA en España, con tres modelos eléctricos ensamblados en sus tres plantas en nuestro país. Todo un hito en la historia de la automoción española, al que pronto seguirán las versiones eléctricas de vehículos comerciales como los Peugeot Partner y Rifter, el Citroën Berlingo y el Opel Combo, que empezarán a producirse en Vigo el año que viene.
Vigo y Zaragoza, además, tienen un protagonismo especial en esta nueva era, ya que en Vigo, y próximamente desde Zaragoza, se montan las baterías que equipan los coches eléctricos fabricados por Grupo PSA.
Uno de los principales cambios que ha hecho posible esta rápida transición hacia la movilidad eléctrica ha sido la implantación de plataformas modulares multienergía que permiten producir en una misma línea de producción versiones térmicas y electrificadas, lo que permite adaptarse rápidamente a las fluctuaciones de la demanda de vehículos por parte de los clientes.
Junto a las nuevas plataformas, para adaptarse a la electrificación, las plantas españolas del grupo galo han implantado innovaciones que han transformado el modo en el que se fabrican automóviles. Algunas de estas tecnologías son la realidad aumentada, realidad virtual, visión artificial en controles de aspecto y control geométrico, ayuda visual e inteligente al operario, los robots colaborativos (cobots)… Además, también se ha trabajado la logística, con nuevos modos de automatización del aprovisionamiento como el sistema de secuenciación y distribución de piezas y componentes en la línea de montaje Full Kitting, asegurado por vehículos autoguiados AGVs, que agiliza las operaciones de ensamblado y son energéticamente más eficientes y sostenibles.
Además, se ha puesto en marcha un completo plan de electrificación de las redes comerciales en España. El 100% de la red principal de concesionarios de las 4 marcas (Peugeot, Citroën, DS y Opel) están preparadas para vender y reparar vehículos eléctricos, habiéndose instalado para ello, unos 2.000 puntos de recarga en las zonas operativas de la concesión: área de entrega, parking de vehículos de demostración, parking clientes y taller.
Fuente | PSA
