El fabricante de origen chino Human Horizons sorprendió al mundo el pasado año con la presentación del concepto de su primer coche. Un SUV eléctrico que ha recibido el nombre de HiPhi 1, y que destaca por su diseño, sus prestaciones y su elevado nivel tecnológico. Un modelo que esta semana ha sido avistado realizando una serie de pruebas en el circuito de Continental en Hanover, Alemania, que suponen las últimas antes de comenzar su producción a finales de este mismo año.
El HiPhi no hará prisioneros en un aspecto técnico que los nuevos fabricantes deben cuidar al máximo a la vista de la mejora de las diferentes propuestas que están llegando al mercado. Este contará con dos motores eléctricos que le proporcionará tracción total y le permitirán hacer el 0 a 100 km/h en apenas 3,9 segundos. Será capaz de llegar a los 640 km de autonomía por carga gracias a una batería que contará con una capacidad de 96 kWh.
En su fase conceptual sus diseñadores describieron a este modelo como la primera arquitectura orientada a los humanos (HOA), que se adapta y aprende de forma automática para crear soluciones diversificadas que mejorarán la experiencia de usuario. Su red neuronal consiste en cuatro ‘super cerebros’, controladores de dominio y 6 plataformas de computación (MPU).
Todo esto está conectado mediante 1G Ethernet para proporcionar una alta transmisión de datos, mayor que la red CAN tradicional de los vehículos actuales. El vehículo es capaz de analizar enormes cantidades de información y tomar decisiones, utilizando la computación en la nube con un potente motor de análisis con el fin de construir un vehículo inteligente.
Contará con conexión 5G, un total de 562 sensores (no se especifica de qué tipo), conducción autónoma de nivel 4, luces DLP LED para proyectar símbolos en la carretera, reconocimiento facial, ruedas traseras directrices, suspensiones neumáticas inteligentes…etc.
Human Horizons, que ha adquirido una planta que perteneció a KIA en China, comenzará a producir el HiPhi 1 a finales de este año, adelantando los planes iniciales en casi seis meses, y en un primer momento su comercialización será solo en el mercado asiático. Pero el objetivo es convertirlo en un modelo global con una especial atención al mercado europeo donde tienen puestas grandes esperanzas.
Un SUV muy familiar y con unos elevados niveles de calidad, que además contará con unas prestaciones que al menos en su fase conceptual apuntan muy alto. Un conjunto que de completarse con un precio competitivo, sin duda supondría que estaríamos hablando de un nuevo terror tecnológico chino que supone una amenaza para los fabricantes occidentales.
