Para sorpresa de casi todos, cuando se presentó el Tesla Model 3 este confirmó los rumores de que no contaba con un sistema de climatización del interior mediante una bomba de calor. Un sistema muy eficiente que montan desde hace siete años modelos mucho más modestos como el Renault ZOE. Pero ahora por fin parece que Tesla se apresta a restañar esta situación, al mismo tiempo que realiza cambios discretos de pero de gran calado en la producción de sus baterías.
Por un lado está la cuestión de la bomba de calor, que curiosamente si lleva el Model Y. Un elemento especialmente efectivo en zonas donde la temperatura en invierno baja de forma importante, y donde la autonomía de los coches eléctricos suelen bajar por la mayor necesidad de climatizar el interior.
Hasta ahora los propietarios del Model 3 debían echar mano del sistema por compresor eAC, además de acudir a los socorridos asientos calefactables. Pero esto no evita que la pérdida de autonomía pueda superar el 30%, incluso con cifras mayores en las zonas más frías del centro y norte de Europa.
Ahora Tesla se prepara para unificar la producción del Model 3 y el Model Y, lo que supondrá en un primer momento la instalación de la bomba de calor en las nuevas unidades del Model 3 que todavía no tiene fecha confirmada de inicio de producción.
Además la berlina y el SUV también verán como se unifica el formado de sus packs de baterías. Un elemento con pequeñas diferencias que tienen en un diseño más eficiente en el caso del Y, que una vez demostrado su eficacia será trasladado al 3.
Con este paso Tesla podrá ganar sobre el papel en eficiencia, estandarizando el proceso de producción de los packs de baterías del 3 y el Y que salgan de la planta de Fremont, de momento la única afectada por estos cambios, y de momento la única suministradora fuera de China.
Una mayor eficiencia que podría estar detrás de la reciente rebaja de precios del Model Y, que como recordamos ha eliminado su versión de acceso Standard, y recortado el coste de la Long Range dual Motor en 3.000 dólares. Unos cambios que deberíamos ver también a corto plazo aplicado a un Model 3 que se renovará de forma discreta pero significativa para lograr mejorar su propuesta.
Queda ahora por saber el cuándo. Para lograrlo Tesla tendrá que hacer cambios en las líneas de producción. Algo que suele suponer paradas en las mismas. Un aspecto que suele realizarse aprovechando el periodo de vacaciones del verano, lo que supondría comenzar a entregar estas nuevas unidades en el otoño-invierno de este mismo año gracias a la enorme flexibilidad que suelen tener las líneas de Tesla, capaces de adaptar la oferta casi de forma instantánea.
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