El nuevo director ejecutivo de Audi, Markus Duesmann, quiere que la firma de los cuatro aros vuelva a ser un referente tecnológico dentro de la industria del automóvil. Ente otras cosas, se apostará por una reducción de costes general para poder aumentar las inversiones en movilidad eléctrica, se estrechará la colaboración con Porsche y se apostará por la nueva división Artemis para el desarrollo de tecnologías avanzadas.
Las medidas destinadas a mejorar la eficiencia de la compañía tomadas por el predecesor de Duesmann, Bram Schot, pasarán a ser todavía más estrictas con el objetivo de agilizar las operaciones comerciales y maximizar los ahorros. Audi tiene el objetivo de invertir 12.000 millones de euros de aquí a 2024 en el desarrollo de su gama eléctrica, por lo que los recortes afectarán de lleno a sus vehículos de combustión interna.
Con el objetivo de reducir costes, varios expertos a las órdenes de Duesmann han comenzado a analizar la viabilidad de ciertos modelos de la compañía, incluyendo los TT y R8. De acuerdo con fuentes cercanas al jefe de Audi, finalmente se ha desechado la idea de discontinuar estos icónicos deportivos, apostándose por su supervivencia como coches 100% eléctricos.
Aunque todavía no hay datos concretos acerca de estas renovaciones, el nuevo TT podría emplear la plataforma MEB del Grupo Volkswagen para ahorrar costes (teniendo en cuenta que la actual generación emplea la plataforma MQB del Volkswagen Golf, parece evidente que un TT eléctrico debería tomar la base del Volkswagen ID.3).
En cuanto al R8, las incógnitas son mayores, pues recientemente Porsche canceló el desarrollo de la plataforma SPE para deportivos eléctricos. Sin embargo, la actual generación del superdeportivo contó con una versión eléctrica e-tron en 2015 (solo duró un año en el catálogo, vendiéndose apenas 100 unidades), por lo que una actualización de aquel modelo con tecnología eléctrica actual podría ser una solución interesante.
En cuanto a la gama térmica de la marca, los modelos más pequeños (A1, Q2, A3, Q3) parecen tener el futuro asegurado gracias a que comparten plataforma con algunos vehículos de gran difusión de Volkswagen (Polo, T-Roc, Golf, Tiguan…); sin embargo, los Audi de tamaño superior (es decir, a partir de los A4 y Q5) basados en la plataforma MLB podrían tener los días contados debido a la reducción de costes.
Fuente | Autocar
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