Hace unos años, pocos eran los fabricantes que apostaban por el coche eléctrico a baterías como solución a los problemas de contaminación asociados al sector del transporte. Sin embargo, muchos de ellos consideraban la pila de combustible de hidrógeno como una alternativa mucho más atractiva en términos de autonomía y tiempo de repostaje.
A día de hoy, la situación es completamente diferente a aquellas primeras elucubraciones: mientras que el coche eléctrico a baterías comienza a despuntar, apostando la inmensa mayoría de fabricantes por él, el coche de hidrógeno ha quedado relegado a un proyecto de futuro poco atractivo desde un punto de vista económico. Además, los rápidos avances en la industria de las baterías han convertido al coche eléctrico en un rival a su altura en términos de autonomía.
Compañías como Daimler (Mercedes-Benz), Volkswagen u Honda han renunciado oficialmente a sus programas de hidrógeno. Sin embargo, todavía quedan marcas que apuestan con mayor o menor decisión por ellos. Así, gigantes como Toyota, Hyundai y BMW mantienen sus proyectos en activo. Además, algunas startups como Nikola defienden su aplicación en el terreno del transporte pesado.
Ahora, el Hyperion XP-1 llega para tratar de demostrar que el hidrógeno también es viable en el segmento de los hiperdeportivos, un exclusivo nicho del mercado que los coches eléctricos a baterías ya están dominando de la mano de modelos como el Lotus Evija, el Rimac C_Two, el Pininfarina Battista o el Tesla Roadster de segunda generación.
El Hyperion XP-1 es un futurista modelo de formas muy curvadas y toda clase de adimentos estéticos que llama la atención por su curiosa combinación de colores (plata, negro y verde azulado). El biplaza tiene unas puertas con apertura en tijera, mientras que la carrocería luce unos peculiares paneles solares orientables que van desde la trasera hasta los bajos, atravesando de lado a lado el lateral.
En el interior destaca el uso de un display curvo de 98 pulgadas, mientras que el salpicadero no tiene ningún botón, pues el modelo cuenta con controles gestuales. Gracias al uso de una carrocería de titanio reforzado y de un chasis de titanio y fibra de carbono el vehículo anuncia un peso de solo 1.248 kg, cifra verdaderamente sorprendente para un automóvil de su tipo.
Sin embargo, la verdadera sorpresa de este modelo son sus prestaciones: con 1.000 CV de potencia, promete un 0 a 100 km/h en 2,2 segundos y una velocidad punta de 356 km/h. La autonomía tampoco se queda corta, con 1.635 km por carga. Además, la marca afirma que tendrá un tiempo de repostaje muy reducido. La producción del Hyperion XP-1 comenzará en 2022, y solo se construirán 300 unidades.
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