Daimler, el grupo matriz del que forma parte Mercedes, ha llegado a un acuerdo con el gobierno de Estados Unidos y del estado de California donde acuerdan el pagar una sanción de 1.500 millones de dólares por la manipulación de las emisiones de sus coches diésel. Un nuevo caso que pone sobre la mesa los problemas de los grandes fabricantes para adaptarse a una transformación que les ha pillado con el paso cambiado.
Y es que el caso no se remonta demasiados años atrás, y ya estábamos en pleno despliegue de la movilidad eléctrica y en el inicio del crecimiento de marcas como Tesla. Un caso que ha determinado que Mercedes manipuló las emisiones de sus coches diésel vendidos en Estados Unidos entre 2009 y 2016, y que ahora le ha costado esta dura sanción.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos, la Agencia de Protección Ambiental y la oficina del fiscal general de California dijeron que «Daimler violó las leyes ambientales al usar un software de dispositivo de desactivación para eludir las pruebas de emisiones».
Esto ha supuesto según las autoridades americanas, que en los siete años analizados, Mercedes llegó a vender unos 250.000 coches y furgonetas con motores diésel que no cumplían con los estándares estatales y federales. Además de la fuerte sanción económica, están pendientes las repercusiones civiles que podrían provocar la acusación a los directivos del fabricante en esa época y sanciones añadidas que se estiman podrían llegar a los 700 millones de dólares.
Añadir que Mercedes tendrá que reparar al menos el 85% de los turismos vendidos en dos años, y de las furgonetas en tres años, para que cumplan con las emisiones establecidas. Algo que supondrá un importante coste por el elevado número de unidades entregadas que además deberán contar con una extensión de sus garantías de cinco años.
Una noticia que llega en un mal momento para una Mercedes que a pesar de haber marcado el año pasado récords de ventas, está sufriendo en lo económico con unas pérdidas de 1.514 millones de euros en los seis primeros meses del año, mientras que las entregas se han visto reducidas en el primer semestre hasta las 1.186.100 unidades o un 25.6% menos que el pasado año a estas alturas.
Números a los que ahora tendrá que añadir la nueva multa por parte de Estados Unidos y que dibujan un segundo semestre algo sombrío en lo económico que precede a un 2021 donde entrarán en acción las multas de Europa por el exceso de emisiones y donde Mercedes posiblemente salga perjudicada ya que está situada en los últimos puestos en cuanto a cumplimiento de las nuevas normas sobre emisiones.
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Vía | CBS
