Aunque el Nissan LEAF de 2010 suele ser considerado popularmente como el primer coche eléctrico moderno enfocado al mercado de masas, en realidad este honor le corresponde al a veces olvidado Mitsubishi i-MiEV, un modelo lanzado en 2009 que a lo largo de su dilatada trayectoria comercial se ha comercializado en los principales mercados mundiales.
Este humilde urbano derivaba del diminuto kei car Mitsubishi i, y equipaba una pequeña batería de 16 kWh de capacidad que le permitía alcanzar una autonomía de 150 km bajo el laxo ciclo de homologación NEDC, y de apenas 100 km bajo el estricto ciclo americano EPA. Por otro lado, equipaba una toma CHAdeMO para la carga rápida en corriente continua, pudiendo recuperar el 80% de su rango en apenas media hora.
En Europa, el Mitsubishi i-MiEV ganó cierta popularidad a través de sus hermanos Peugeot iOn y Citroën C-Zero, unos remarcados vendidos de 2010 a 2019 por el grupo PSA como parte de su alianza con el fabricante japonés. De hecho, el C-Zero es uno de los vehículos operados por el servicio de car sharing Emov en Madrid.
Sin embargo, y tras once años de dilatada carrera comercial, Mitsubishi, que ahora pertenece a la Alianza Renault-Nissan, ha anunciado que la producción del pequeño urbano eléctrico terminará a finales del actual año fiscal, pues sus ventas son cada vez más reducidas debido a la falta de actualizaciones y a la llegada de rivales muchísimo más modernos y capaces.
A pesar de llevar tantos años en el mercado y de haberse vendido en más de 50 países, hasta el momento Mitsubishi solo ha producido unas 32.000 unidades del i-MiEV, cifra que palidece frente a las 500.000 alcanzadas recientemente por el Nissan LEAF, un modelo de mayores dimensiones y por lo tanto mucho mejor adaptado a mercados como Estados Unidos o Europa.
El sustituto indirecto del i-MiEV llegará en 2023 de la mano de un remarcado del Nissan Dayz eléctrico, un kei car que posiblemente no salga de las fronteras de Japón. Por el momento se desconoce cuando lanzará la firma de los tres diamantes su primer coche eléctrico basado en la nueva plataforma modular CMF-EV de la Alianza, piedra angular de la estrategia eléctrica de Renault y Nissan.
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