Nissan ha modificado su superventas eléctrico, el LEAF, para convertirlo en el vehículo de emergencias definitivo: el RE-LEAF. Este prototipo ha sido diseñado para funcionar como una fuente de alimentación móvil tras un desastre natural, una aplicación muy interesante que posiblemente pueda explotarse en el futuro de la mano de la tecnología V2X (carga bidireccional).
De hecho, el Nissan LEAF ha sido uno de los primeros modelos del mercado en incorporar dicha tecnología, si bien por el momento está limitada a aquellos mercados en los que ya se comercializan cargadores bidireccionales. Este tipo de soluciones tienen un enorme potencial de cara al futuro, pues permitirá emplear los coches eléctricos como baterías domésticas capaces de reforzar y estabilizar la red eléctrica.
De hecho, cuando se estandarice la carga bidireccional, los coches eléctricos podrán incluso mantener durante un tiempo el suministro eléctrico de un hogar durante un apagón. El prototipo RE-LEAF no es más que una radical muestra de esta última aplicación, siendo capaz de proporcionar energía de respaldo tras un corte masivo en el suministro.
«El Nissan RE-LEAF es un concepto de vehículo de emergencias 100% eléctrico, diseñado para servir como fuente de alimentación móvil tras un desastre natural o un evento climático externo». Respecto a un LEAF convencional, este concept car añade una suspensión sobreelevada, llantas específicas y neumáticos todoterreno.
Otros añadido interesante es el centro de control integrado en el maletero, el cual incluye una pantalla de gran tamaño (entendemos que para las telecomunicaciones). «El RE-LEAF puede llegar al epicentro del desastre y proporcionar energía de emergencia para ayudar en el proceso de recuperación. El sistema de gestión de energía integrado puede alimentar equipos médicos, de comunicaciones, de iluminación y otros equipos de soporte vital».
Aunque el Nissan RE-LEAF no es más que un prototipo sin visos de llegar a producción, no deja de ser un adelanto muy realista de los vehículos de emergencias del futuro, que estarán más conectados, serán más respetuosos con el medio ambiente y permitirán prestar un mejor servicio gracias a su capacidad para funcionar como un sistema de almacenamiento energético.
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