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¿Por qué Renault lleva meses sin poder vender el ambicioso City K-ZE, el coche eléctrico asequible hermano del Dacia Spring?

El Renault City K-ZE fue uno de los proyectos estrella de Carlos Ghosn, antiguo director ejecutivo de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, ahora caído en desgracia. El objetivo del grupo franco-japonés con este modelo era el de comercializar un coche eléctrico de carácter global verdaderamente asequible, al alcance del grueso de la población.

Asentado sobre la plataforma modular CMF-A de la Alianza, el Renault City K-ZE es la versión eléctrica del Renault Kwid, un urbano del segmento A que ha logrado una enorme aceptación en India y Sudamérica gracias a su atractiva estética SUV, la cual le ha permitido hacerse un hueco entre los modelos más vendidos en dichos mercados emergentes.

Este vehículo de 3,73 metros de largo tiene una batería de 26,8 kWh de capacidad útil, gracias a la cual alcanza una autonomía de unos 271 km NEDC (algo más de 200 km WLTP). Dispone de carga rápida en corriente continua, pudiendo recuperar el 80% de su rango en 50 minutos. Su motor tiene solo 44 CV y 125 Nm de par, lo que le permite hacer un 0 a 60 km/h en 7 segundos, estando su velocidad punta limitada a 105 km/h (el máximo permitido en las carreteras chinas).

El Renault City K-ZE es fabricado por la empresa conjunta eGT New Energy Automotive, propiedad en un 25% de Renault, en un 25% de Nissan y en un 50% del fabricante chino Dongfeng. Esta asociación con Dongfeng ha tenido como consecuencia el lanzamiento de varios remarcados del modelo: el Venucia e30 EV, el Dongfeng Aeolus EX1, el Dongfeng Fengxing T1, y el Dongfeng Fengguang E1.

Además, el Grupo Renault tiene previsto comercializar el vehículo en Europa como Dacia Spring, pues su planteamiento encaja a la perfección con la filosofía low-cost de la marca rumana. El jefe de ventas de Renault, Olivier Murguet, confirmó que el vehículo llegaría al viejo continente a principios de 2021 con un precio inferior a los 15.000 euros antes de ayudas. Su presentación oficial tendrá lugar dentro de apenas dos semanas.

Sin embargo, y a pesar de la enorme expectación levantada por el Renault City K-ZE, algo extraño está ocurriendo con él. Sus ventas en China comenzaron en octubre de 2019 con 184 unidades, si bien en noviembre y diciembre se dispararon a 1.330 unidades y 1.144 unidades respectivamente, terminando el año con unas prometedoras 2.658 ventas.

La tendencia en 2020 ha sido completamente diferente. En enero apenas se entregaron 180 unidades, en febrero 27 unidades, en marzo 35 unidades… y desde abril, no se ha vuelto a vender ni un solo Renault City K-ZE. En todo lo que llevamos de año, apenas se han entregado 242 unidades del ambicioso urbanita eléctrico.

Los malos números a comienzos de año podrían deberse a la crisis del coronavirus, que hundió por completo el mercado chino; sin embargo, su recuperación ha sido rápida, algo que no encaja con la tendencia exhibida por el pequeño Renault, que no solo no ha remontado, sino que ha desaparecido por completo de los rankings de ventas. ¿A qué se debe esta anomalía?

La respuesta la encontramos en la reciente reorganización de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, sumida en una fuerte crisis interna y económica: debido a los malos resultados obtenidos en China en los últimos años, Renault anunció el pasado mes de abril que cedería a Nissan el liderazgo de la Alianza en dicho mercado, pasando a centrarse exclusivamente en la comercialización de coches eléctricos y de vehículos comerciales.

Renault fabricaba sus vehículos de combustión en China a través de otra empresa conjunta con Dongfeng: Dongfeng Renault, entidad completamente independiente de la antes mencionada eGT New Energy Automotive, que está centrada en vehículos eléctricos. En abril se anunció la disolución de Dongfeng Renault, cuya participación pasó a estar al 100% bajo el control de Dongfeng.

La ruptura entre Dongfeng y Renault supuso el cese de la producción de vehículos en su planta conjunta en Wuhan (que además, fue el epicentro de la pandemia), la cual se encargaba de la fabricación de los modelos Captur, Kadjar y Koleos. Desde su cierre a mediados de año, Dongfeng ha estado remodelándola para convertirla en una de sus plantas propias más avanzadas.

A pesar de que el City K-ZE se produce en la planta de Shiyan propiedad de eGT New Energy Automotive, el vehículo aparentemente era comercializado por la red Dongfeng Renault, lo que explicaría que durante meses no se haya entregado ninguna unidad. Por el momento se desconoce cómo solucionará Renault este contratiempo, si bien los trabajos en la fábrica de Shiyan continúan viento en popa.

La planta tiene una capacidad de producción de 120.000 unidades anuales, aunque este año solo fabricará entre 20.000 y 25.000 vehículos debido a la pandemia, de los cuales unos 5.000 se corresponderán con las primeras remesas del Dacia Spring europeo. Se calcula que las exportaciones al viejo continente podrían llegar a superar las 60.000 unidades anuales.

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