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Un coche eléctrico de ocasión por menos de 10.000 euros en España. Analizamos la oferta

Son muchos los que nos han preguntado por las mejores opciones para electrificar sus desplazamientos con un coche eléctrico. Algo que ha cobrado especial relevancia en los últimos meses en España por culpa de la pandemia que ha empujado de nuevo a los españoles al coche privado. Pero mientras que los modelos a estrenar tienen precios para muchos fuera de su presupuesto, el mercado de ocasión abre cada vez más oportunidades.

Para aquellos que busquen un coche eléctrico por debajo de los 10.000 euros, una de las condiciones fundamentales es que además de un modelo de ocasión, tendrá que ser uno con una autonomía real de entre 100 y 150 kilómetros. Por lo tanto si necesitas más, o no tienes posibilidad de cargar en destino, este no es tu artículo.

Si un modelo de estas características te encaja, entonces podemos repasar la oferta actual con sus pros y sus contras para ver si encontramos la mejor alternativa en relación calidad/precio/autonomía.

Renault ZOE

Sin duda se trata de uno de los principales protagonistas del mercado de ocasión. El Renault ZOE ha sido uno de los modelos de la primera generación más vendidos y que mejor se ha ido adaptando a los nuevos tiempos con hasta tres renovaciones desde su lanzamiento en 2013.

Hablamos de un compacto con un cuerpo manejable para movernos por la ciudad, 4.08 metros de largo, cinco plazas y un maletero bastante competente de 338 litros, mayor incluso que el de su hermano el Renault Clio. El motor era de 65 kW (88 CV) y su batería contaba con 22 kWh útiles, suficientes para recorrer unos 120 o 130 km reales.

Como hemos dicho, el ZOE tiene hasta tres «generaciones». Una primera que arranca en 2013 y que se mezcla con la segunda hasta 2016. Se trata de una versión con algunos pros, como su precio más competitivo y su recarga en alterna a 43 kW, pero con algunas contras muy importantes, como su extrema cautela a la hora de los requisitos durante la recarga. Algo que se traduce en que si las condiciones del punto no son óptimas, no nos dejará cargar.

Si esto no nos importa, principalmente pensando en un mercado con cada vez más puntos públicos, entonces podremos encontrar unidades desde 7.500 euros con ente 50.000 y 80.000 km. Un precio con la batería en alquiler que podremos adquirir en propiedad con un desembolso estimados de unos 2.500 euros.

Pero sin duda mucho más interesante es la versión R240. Vendida a partir de 2015, esta versión llega con importantes novedades como la sustitución del sistema Continental (Q) por uno de Renault (R). Esto se traduce básicamente en un motor fabricado por la propia Renault, y un nuevo sistema de carga que pierde la carga en alterna a 43 kW, quedando en 22 kW que en una hora nos permite llegar al 100%. Pero esta pérdida la suple con creces al contar el propio sistema una tolerancia mucho mejor que el anterior modelo.

Además la batería, que también está refrigerada por aire forzado, eleva su capacidad útil hasta los 23.6 kWh (26 kWh brutos) lo que supone ganar un poquito de autonomía respecto al modelo de primera generación y llegando a los 140 o 150 km reales.

Podemos añadir también un cambio muy sutil pero de gran importancia como es la sustitución de su salpicadero por uno más oscuro. Aspecto que va más allá del estético, ya que con este sistema el reflejo de la salida del aire delantera es menor, lo que reduce la molestia para el conductor.

Una apuesta que supondrá aumentar nuestro presupuesto en torno a los 1.000 euros adicionales, pero una inversión que sin duda lo justifica con lo mucho que ganamos con la versión R240.

Peugeot iOn/Citroën C-Zero/Mitsubishi iMiEV

En la parte baja de la oferta también encontramos a un grupo de trillizos bastante veteranos. Se trata del desarrollo de Mitsubishi que ha sido usado por el grupo PSA para lanzar sus primeros coches eléctricos de ventas generales, que suponen básicamente el mismo coche con diferentes logos.

Se trata de una propuesta más arriesgada en el plano estético, algo más compacto en cuanto a tamaño, 3.47 metros de largo, lo que nos da como resultado un coche homologado para cuatro plazas y un maletero de 166 litros.

Una veteranía que se nota también en un interior muy sencillo y funcional, que hereda partes de los modelos convencionales y sin espacio para alardes como pantallas táctiles o similares. Un verdadero vehículo para ir del punto A al punto B sin demasiadas complicaciones.

Su motor rinde 49 kW (67 CV) que le impulsan hasta una velocidad máxima de 130 km/h. Su batería es un pack 14.5 kWh útiles, 16 kWh brutos, que le permiten lograr una autonomía real de unos 100 kilómetros. Un pack que está refrigerado por el sistema de climatización del vehículo. Algo que le perjudica durante el invierno donde la autonomía real puede bajar de forma sustancial.

La mejor parte es que a pesar de su sencillez, los trillizos cuentan con un sistema de carga rápida bajo el formato CHAdeMO de hasta 40 kW, que en media hora nos permitirá alcanzar el 80%. Por su parte la carga en alterna puede llegar a los 16 amperios, lo que supone 6 horas para llegar al 100%. La parte negativa es que la carga en alterna la realiza mediante una toma de Tipo 1, lo que dificulta su carga en los puntos públicos con cable que son en su práctica totalidad de Tipo 2.

El precio es cada vez más asequible y ya podemos encontrar con unidades desde 6.000 euros en un modelo que dada su baja autonomía, lo habitual es encontrar unidades a la venta con pocos kilómetros en su marcador.

Smart

En la barrera de los 7.000 euros también podemos encontrar unas cuantas unidades del Smart Fortwo. Un ultra urbano perfecto para moverse por la ciudad y aparcar con mayor facilidad. Tiene un motor de 55 kW, con un cuerpo bastante más pequeño y ligero, lo que nos permite disfrutar de unas aceleraciones entre semáforos mucho más importantes de lo que podríamos pensar. La autonomía real ronda los 100 km gracias a una batería de 17.6 kWh.

En este caso lo ideal es evitar los modelos de primera generación, 2012, 2013, ya que su batería podía dar algún problema. Es mejor optar por las versiones fabricadas a partir de 2016, que ya montaban celdas de LG, mucho más fiables y resistentes. Algo que supone por otro lado elevar el presupuesto de compra pero manteniéndonos todavía por debajo de la barrera de los 10.000 euros.

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