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Kyocera Moeye: un precioso coche eléctrico completamente autónomo que combina un diseño exterior clásico con un interior de vanguardia

El fabricante japonés Kyocera, especializado en electrónica de consumo, ha presentado un interesante vehículo conceptual con el que mostrar al mundo sus avances tecnológicos en el sector automotriz. Bautizado como Moeye, este prototipo cuenta entre otras cosas con un sistema de conducción autónoma (el vehículo no dispone de volante ni pedales) y un tren motriz 100% eléctrico.

El Kyocera Moeye equipa una pantalla de 1,2 metros de ancho frente al conductor que, mediante una tecnología de camuflaje óptico, permite ampliar el campo de visión, haciendo «transparentes» tanto el salpicadero como los pilares frontales mediante la proyección de imágenes exteriores captadas por una serie de cámaras.

El concept car también dispone de un asistente holográfico 3D, el cual se proyecta desde una pantalla de cristal líquido de alto rendimiento. El uso de tecnología LED «Ceraphic» permite además que el sistema de iluminación del techo y los paneles de las puertas imite la luz natural. Tampoco faltan unos altavoces envolventes capaces de reproducir sonido con una gran calidad.

Las superficies táctiles disponen de tecnología «Haptivity», la cual permite replicar la sensación de presionar un botón físico cuando se emplea la enorme pantalla táctil desde la que se manejan todas las funciones del automóvil. Otro punto interesante es la capacidad del vehículo para liberar en el habitáculo hasta cinco tipos de aromas según las preferencias y el estado de ánimo de los pasajeros. Todas estas soluciones son desarrollos propios de Kyocera.

Todo este vanguardista despliegue contrasta con el exterior del vehículo, que muestra las formas de un pequeño coupé de los años 30 del siglo pasado. Pintado en color gris metalizado, el Moeye cuenta con unos bonitos faros redondos sin integrar en las prominentes aletas, unas llantas multiradio retro-futuristas (las traseras están escondidas bajo un carenado) y una elegante trasera a dos alturas.

A pesar de estas líneas clásicas, el origen moderno del vehículo queda delatado por el uso de faros LED, por los numerosos sensores que decoran la carrocería y por las cámaras que ocupan el lugar de los retrovisores. Aunque como ya hemos indicado antes el interior contrasta con el exterior debido a su vanguardismo, tampoco está exento de un toque clásico gracias al uso de un esquema que mezcla superficies de aspecto metálico con una cálida tapicería marrón.

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