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OS Auto, un sistema operativo para salvar a industria del automóvil

La transformación de los viejos cánones que han caracterizado, durante casi cien años, a la industria del automóvil comienzan a transformarse con el fin de conseguir una cultura inclusiva que resulte en mejores productos par los clientes, gracias a una rápida capacidad de innovación.

En una sociedad donde los usuarios están acostumbrados a la facilidad de uso de sus dispositivos móviles que gracias sus Sistemas Operativos, crean el ecosistema perfecto alrededor de los cuales se desarrolla el ocio, contactos, acceso a la información, entretenimiento, productividad, teletrabajo y servicios asistenciales tan necesarios durante la pandemia.

La aparición de nuevas ofertas en el mercado con coches eléctricos que desafían la cultura de los motores de combustión interna, ha traído consigo una concepción de los servicios e integración de los sistemas pensados al estilo Silicon Valley.

Las marcas que han apostado por un Sistema Operativo propio sobre el que se construyen las aplicaciones, servicios y capacidades del auto, cuentan con una ventaja competitiva que les permite ofrecer productos mucho más atractivos en un mercado en crisis, cada vez más competitivo, como consecuencia de una cambio cultural y tecnológico que pone a las plataformas software por encima del hardware.

En un mundo donde el motor térmico deja de ser la referencia, el software asume una importancia cada vez más relevante incluso para aquellas compañías que se niegan a ver esta transición como algo inevitable.

Construir un coche eléctrico ya no es una cuestión de incluir un motor en un chasis y ‘conectar’ una serie de centralitas de los diferentes menús y funcionalidades ofrecidos proveedores externos, según se quieran integran tecnologías al vehículo.

Código antes que cilindros

El coche eléctrico que domine la movilidad debe contar un un entorno que permita gestionar las diferentes funciones del vehículo que correrán sobre un lenguaje común y una única unidad de procesamiento pensada, diseñada y programada, para conjugar la eficiencia de los motores, gestión de batería, pero también de la información de cámaras, sistema de entretenimiento, gestión del habitáculo y demás funciones.

Herbert Diess,  director ejecutivo del Grupo Volkswagen junto al ID.4

Ante este reto los grandes fabricantes han descubierto, más tarde que pronto, que no cuentan con las habilidades, conocimiento y recursos humanos para competir en el terreno de Apple, Google, Microsoft y otros gigantes de la industria tecnológica.

Del éxito de las decisiones que afronten en estos momentos dependerá el futuro de cada compañía a la hora de enfrentarse a un mercado que les puede sobrepasar gracias a ofertas de competidores, inexistentes pocos años atrás, originados en startups chinas y norteamericanas principalmente o tecnologías punteras made in Israel.

Los directivos abren los ojos

Herbert Diess, director ejecutivo del Grupo Volkswagen últimamente esta acaparando la atención más que el propio Elon Musk, dejando claro el giro que pretende dar al grupo automovilístico alemán al que no quiere ver “como la próxima Nokia”.

Diess parece haber tomado conciencia del retraso tecnológico que acumula su compañía en su carrera por convertirse en líder de mercado de coches eléctricos.

El grupo alemán es uno de los que más está invirtiendo en la transición al coche eléctrico, tratando de simplificar del proceso industrial a la vez que se convierten el referencia en el campo del software, elemento este último más relevante para el futuro que los motores en el pasado.

Volkswagen pretende desarrollar internamente la mayor parte del trabajo de programación para superar el 10% de software propietario que tiene en la actualidad. Los primeros intentos de esta política se están poniendo en marcha con la llegada de los nuevos ID.3 e ID.4 que muestran problemas de juventud en su software, lo que demuestra que las competencias en esta materia aún están lejos del nivel alcanzado en la ingeniería de los motores de combustión interna.

Tesla Model 3 con Sistema Operativo que integra todas las capacidades del coche eléctrico

Daimler-Benz por su parte también pretende lanzar al mercado su MB.OS en 2024, mientras que el grupo galo PSA anuncia que a partir de 2023 la base de sus vehículos estará consolidada bajo la plataforma Android Auto de Google, aunque en el caso francés este sistema está pensado más para soportar aplicaciones multimedia y conectividad más que para integrar verdaderamente el conjunto del vehículo.

La moraleja de esta transformación demuestra que las inversiones en software serán las que mayor rendimiento generen en el medio y largo plazo, especialmente en los coches digitales donde el software será el componente más importante.

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