Hace ya tres años, el gobierno de Reino Unido fue el primero en lanzar un proyecto de transición del sector de la automoción, donde se ponía una fecha final a la venta de coches con motor de combustión. Un escenario que muchos calificaron de locura y que suponía que en 2040 no se podrían vender nuevos coches diésel o gasolina. Una fecha que posteriormente se adelantó a 2035, y que esta semana se volverá a vivir una modificación.
Así lo han indicado fuentes del gobierno británico, que han confirmado que esta semana el primer ministro, Boris Johnson, realizará una comparecencia donde confirmará algo que ha sido un rumor persistente en los últimos meses. El nuevo adelantamiento de la fecha del final de las ventas de coches con motor de combustión a 2030.
A falta de conocer el texto final, parece que los híbridos finalmente mantendrán la anterior fecha de 2035 para el final de las ventas de nuevos modelos. Algo que recordamos, afectará también a los híbridos enchufables. Un dato que nos indica que a partir de 2035, no se podrá vender en Reino Unido ningún coche dotado de un motor de combustión en su interior.
El objetivo de esta iniciativa es acelerar la transición que busca lograr la neutralidad de emisiones de Reino Unido para 2050. Algo que supondrá aumentar los esfuerzos en sectores como el transporte, donde este pasado mes de octubre los coches eléctricos han logrado acumular algo menos de un 7% de cuota de ventas.
Una de las claves para lograr aumentar las ventas será el despliegue de puntos de recarga. Para ello, el gobierno de Reino Unido ha puesto sobre la mesa un paquete de ayudas valorado en 500 millones de libras, 556 millones de euros, para incentivar la instalación de puntos de recarga públicos que serán fundamentales para lograr aumentar las ventas.
Un proyecto muy ambicioso que se enfrenta a una realidad de la industria automovilística instalada en el propio Reino Unido, centrada en los modelos de combustión y los híbridos. Algo a lo que sumar el impacto del Brexit, y que sin duda no gustará mucho a marcas como Toyota, con hasta dos fábricas en el país, Honda, con planes ya en marcha para marcharse, y Nissan, que produce modelos como el Qashqai, que en 2021 se renovará con versiones híbridas que se verán afectadas por esta nueva normativa.
