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Las baterías del coche eléctrico son casi un 50% más baratas que en 2016

La evolución de la autonomía de vehículos como el Nissan LEAF y Tesla Model S demuestran el desarrollo del coche eléctrico desde su salida al mercado, en comparación con el alcance que poseen las últimas versiones de estos dos veteranos en 2020. En el caso de Nissan, su modelo eléctrico ha triplicado la distancia que puede recorrer con una carga completa respecto del LEAF de hace una década.

Los coches eléctricos están demostrando un grado de desarrollo en tan sólo una década que les ha permitido pasar de ser una opción marginal, a configurarse como alternativa de la movilidad del futuro inmediato.

Desde la Agencia Internacional de Energía (AIE) se ha estudiado con detenimiento la evolución del precio de las baterías desde hace más de una década. Este factor, ha sido determinante para comprender el rápido crecimiento de los coches eléctricos como alternativa real al reinado de los combustibles fósiles en el mundo del automóvil.

El descenso de los precios de las baterías, junto con la evolución de estas no sólo explica el rápido crecimiento de la movilidad cero emisiones, sino que es el factor determinante para el éxito en la transición hacia una movilidad global que no pase una factura que el planeta no puede pagar, en términos medioambientales y de salud pública.

El coste de una batería, según la AIE, en 2016 ascendía a 293.4 dólares por kWh. En 2019 el precio en billetes verdes estadounidenses ha bajado hasta los 156/kWh. Con la disminución acumulada en 2020, podríamos aventurar que la cifra resultante corresponde a un descenso de alrededor del 50% en sólo 5 años.

Si comparamos el precio actual con los 1.182 dólares que costaba cada kWh en 2010 vemos el espectacular descenso del precio de las baterías, que aún no ha tocado suelo.

La llegada de las grandes casas automovilísticas tradicionales al mundo del coche eléctrico impulsa la evolución, producción y abaratamiento de las baterías en un futuro cercano. Lo logrado en los últimos 5 años puede repetirse en los próxima mitad de la década de los 20.

La disminución del precio por kilovatio hora permitirá al coche eléctrico eliminar una de las últimas barreras que aún le separa, en competitividad, con los vehículos de combustión interna (ICE); el precio. En los años 20 se llegará a la igualdad de precio baterías vs ICE e incluso, estas primeras aún caerán algo más de precio con lo que la movilidad eléctrica será, por fin, accesible para cualquier bolsillo.

Un paquete de baterías más barato unido a un coste operativo menor, comparado con los ICE tradicionales o el último invento de estos llamado: «electrificados» (híbridos enchufables), configura un producto perfecto para una sociedad que apuesta por la reducción de las emisiones y de los gastos derivados del uso del automóvil.

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