Kongsberg y Yara son dos empresas nórdicas que en 2017 firmaron un acuerdo para el desarrollo del primer barco portacontenedor eléctrico y autónomo del mundo para la naviera noruega Vard Brattvåg. El resultado ha sido el Yara Birkeland. Un modelo que hace unos días ha celebrado por fin su botadura oficial.
La construcción del buque se ha realizado según lo previsto y solo con un pequeño retraso por culpa de la pandemia. Un modelo que ya está totalmente operativo después de la instalación de la batería, los sistemas de control y navegación.
Con este movimiento, la naviera busca reducir las emisiones y mejorará la sostenibilidad de todo el proceso de transporte de contenedores. El buque transportará fertilizantes desde la planta de Yara en Porsgrunn a través de vías navegables interiores hasta los puertos de Larvik y Brevik, en aguas profundas. Este viaje será de 31 millas náuticas, unos 57 kilómetros.
Uno de los retos a los que se enfrenta este modelo es aplicar la idea de sistema autónomo más allá de la navegación. La idea era utilizar el sistema desarrollado por Kalmar, que ha diseñado una tecnología autónoma de carga y descarga. La solución de Kalmar consistirá en una grúa pórtico montada sobre raíles y automatizada; tres AutoStrads (vehículos de transporte de mercancías eléctricos) de Kalmar FastCharge; una estación de carga FastCharge; y numerosos sistemas de seguridad y automatización relacionados.
Algo que necesita no sólo el desarrollo de la propia tecnología en el barco, sino también su aplicación en los destinos. Sin duda la parte más complicada y que todavía está en fase de desarrollo para saber cómo se solucionará.
Cuando el barco entre en funcionamiento en 2021, supondrá eliminar el equivalente a unos 40.000 viajes de camiones diésel al año, según estimaciones de la compañía. Un ahorro operativo que se extenderá de forma paulatina al propio personal a bordo, que se irá disminuyendo según aumente la autonomía del sistema de control.
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Fuente | Yara
