El Volkswagen Escarabajo original es, con toda probabilidad, el coche más conocido del mundo entero. Entre 1938 y 2003 se fabricaron alrededor de 21,5 millones de unidades, lo que lo convierte en el automóvil más vendido de la historia (aunque hay modelos como el Toyota Corolla o el Volkswagen Golf que acumulan un mayor número de unidades, lo hacen sumando sus diferentes generaciones, que nada tienen que ver entre sí).
En el año 1998, cuando todavía le quedaban cinco años de vida comercial al Escarabajo original (que se fabricaba en Puebla, México), Volkswagen presentó el New Beetle, una simpática reinterpretación moderna que bajo la piel nada tenía que ver con su predecesor (mientras que el Escarabajo era un «todo-atrás», el New Beetle empleaba la moderna plataforma de motor y tracción delanteros del Golf IV).
Con este movimiento la marca se adelantó a la moda «retro» que tanto proliferó en los primeros compases del siglo XX (Chevrolet Camaro, HHR y SSR; Chrysler PT Cruiser; Dodge Challenger; FIAT 500 y 124 Spider; Ford GT, Mustang y Thunderbird; MINI; Plymouth Prowler…). Sin embargo, el modelo alemán nunca alcanzó el éxito esperado.
La firma lo volvió a intentar en 2012 con la segunda generación del Beetle moderno, ahora sin el prefijo «New» y con una estética más agresiva y masculina. Derivado del Golf VI, este modelo solucionaba algunos de los problemas de su antecesor (habitabilidad, maletero, etc), pero seguía siendo caro, mucho más grande que otros modelos de planteamiento similar (FIAT 500, MINI…), y no utilizaba la moderna plataforma MQB estrenada ese mismo año por el Golf VII.
Finalmente la producción del modelo fue discontinuada hace unos meses. Por primera vez en su historia, Volkswagen no cuenta con ningún Beetle en su gama. Aunque durante un tiempo la marca se planteó el lanzamiento de una nueva generación dotada de un tren motriz eléctrico, finalmente ha decidido priorizar el desarrollo de la furgoneta retro ID. Buzz, inspirada en las primeras generaciones de la Transporter.
A pesar de todo, recientemente algunos medios alemanes han vuelto a especular con la posible resurrección del Beetle a través de la plataforma modular MEB, apostando por un relanzamiento bajo la forma de un coche eléctrico retro de cinco puertas. El uso de esta arquitectura permitiría además recuperar una de las principales características del modelo clásico: la tracción trasera.
Sin embargo, en nuestra opinión esto supondría repetir uno de los errores de las anteriores reinterpretaciones: un Beetle de tamaño equivalente al ID.3 sería demasiado grande y costoso, por lo que para competir contra los Honda e y MINI Cooper SE, lo ideal sería emplear la plataforma MEB Lite del ID.1, lo que le daría un tamaño de unos 4 metros similar al modelo original.
¿Creéis que el Volkswagen Beetle tendría éxito como coche eléctrico?
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