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Volkswagen nos muestra el funcionamiento de su robot autónomo de recarga para coches eléctricos

Hace justo un año, Volkswagen presentaba un curioso concepto que nos proponía una solución de recarga diferente. Un robot dotado de una toma de carga y una batería, capaz de cargar un coche eléctrico sin necesidad de contar con la ayuda de una persona. Un prototipo que ha seguido desarrollando y que ahora nos ha mostrado en funcionamiento.

Básicamente la idea es instalar en lugares como parkings o centros comerciales una zona donde habrá uno o varios robots, que se colocarán en un espacio donde habrá una serie de baterías cargándose. Cuando llega un coche y demande la recarga, el robot de forma autónoma llevará una de estas baterías y la conectará al vehículo. De esa forma el propietario no tendrá que preocuparse de encontrar los puntos y comenzar la sesión.

El robot contará con un sistema de cámaras, sensores y escáner láser, que le permitirá leer el recorrido y evitar chocar contra coches y personas. Un sistema autónomo que le facilitará el llegar hasta el vehículo, conectar la batería al mismo y regresar a la base a la espera de otra llamada.

Esta contará con una capacidad de 25 kWh, capacidad que podrá variar en el momento de su llegada al mercado, y será capaz de ofrecer una carga con una potencia de 50 kW, lo que traducido quiere decir que un coche medio con un consumo de unos 15 kWh a los 100 km, podrá recuperar unos 160 kilómetros en cada sesión de carga.

Además dispondrá de tecnología V2X, lo que en la práctica supondrá que la batería de este modelo servirá para cargar tanto vehículos, como también para ofrecer su capacidad a la red eléctrica cuando no sean necesarios sus servicio. Algo que permitirá aumentar su rendimiento y ofrecer una alternativa a la red eléctrica en momentos puntuales.

Por supuesto el sistema se enfrenta a algunos retos, como por ejemplo el espacio que necesita, y es que un coche de gran tamaño suele ocupar algo más de lo que tiene asignado en su plaza, por lo que añadir los centímetros extra del robot llevará el conjunto más allá. También está la cuestión de la toma de carga. No suele estar situada en todos los vehículos por igual, y en algunos casos es imposible o muy difícil que el robot llegue hasta ella si hay vehículos en ambos lados del coche a cargar. Por supuesto también está la cuestión de la apertura de la toma de carga.

Una idea de llevar la infraestructura al coche y no al revés, que sin duda tendrá alguna aplicación en algunos lugares. Pero una solución muy compleja que seguramente no pase de un acto publicitario o un elemento de experimentación de los sistemas autónomos, y con aplicaciones reales muy limitadas hasta la llegada del coche autónomo que sin duda será un elemento que podrá sacar partido a este desarrollo.

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Fuente | Volkswagen

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