Es de sobra conocida entre los entusiastas del automóvil la estrecha relación que guarda la histórica marca británica Rolls-Royce con los nombres que evocan al mundo de los espíritus: Phantom, Ghost, Wraith, Shadow o Spirit han servido para bautizar a algunos de sus modelos más icónicos. Tampoco es ningún secreto que durante muchos años algunas de estas denominaciones iban acompañadas por el apellido Silver (plateado): Silver Ghost, Silver Wraith, Silver Dawn, Silver Cloud, Silver Shadow, Silver Spirit, Silver Seraph…
Por ello, a nadie le extrañó cuando hace unos meses BMW, actual matriz de Rolls-Royce, decidió registrar la denominación comercial Silent Shadow para el primer coche eléctrico de la legendaria firma inglesa. En este caso, el apellido Silver se ve sustituido por Silent (silencioso), de pronunciación similar pero más apropiado para la naturaleza del vehículo.
Rolls-Royce ya anunció en su momento que la compañía no apostaría por los híbridos enchufables, concentrando todo su presupuesto en los modelos 100% eléctricos. «Necesitamos tomar decisiones inteligentes sobre dónde invertimos nuestro dinero. Puede que esté bien que las empresas más grandes opten por híbridos y todo tipo de tecnologías diferentes. Nosotros necesitábamos tomar una decisión determinada».
De acuerdo con Autocar, actualmente BMW está utilizando en su centro de investigación y desarrollo de Múnich un prototipo eléctrico basado en el Phantom VIII como primera aproximación al futuro Silent Shadow, cuyo proyecto ha sido emparejado al del BMW i7, la berlina de lujo eléctrica derivada del próximo BMW Serie 7.
Si bien ambos vehículos compartirán numerosos componentes para explotar al máximo las economías de escala, sus plataformas serán diferentes: mientras que el i7 hará uso de la conocida arquitectura CLAR ya vista en otros modelos del grupo, el Silent Shadow empleará una plataforma de aluminio dedicada que permitirá contener el elevadísimo peso del coche.
Ambos modelos emplearán celdas producidas por Samsung SDI, si bien dependiendo de las capacidades de suministro también podrían recurrir a CATL. Entre otros detalles, se sabe que BMW ha desarrollado dos tipos de tren motriz (de tracción trasera y tracción total, respectivamente) y unas baterías de más de 100 kWh que permitirán al vehículo superar los 500 km de autonomía.
Se espera que el Silent Shadow se ensamble en Goodwood junto con los Phantom, Ghost y Cullinan, el último de los cuales (el único SUV de la compañía) también debería recibir una motorización 100% eléctrica a mediados de la década para competir contra los futuros modelos eléctricos de Bentley y Mercedes-Maybach.
Fuente | Autocar
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