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Los viejos rockeros nunca mueren. Roland Schell, de Mercedes España: El diésel funciona muy bien

Durante una entrevista concedida al diario económico El Economista, el presidente del  Consejo de Administración de Mercedes-Benz España, Roland Schell, ha analizado el mercado y sector del automóvil en la actualidad tras los efectos de la pandemia.

Durante la entrevista el dirigente alemán adopta la lógica de pensamiento de la vieja guardia del sector de la automoción tradicional, a la hora de afrontar la nueva movilidad.

Para el Sr Schell, que lleva en el grupo Daimler desde 1993, la palabra electrificación sigue encadenada al motor de combustión interna, algo que no favorece a la transparencia que el mercado y el consumidor necesita para afrontar la decisión de compra de un nuevo vehículo.

Trucos de maquillaje

El truco de mezclar el coche eléctrico puro con los vehículos que utilizan como fuente de energía primaria los combustibles fósiles, apoyados por sistemas híbridos de diferentes tipos, enturbia la percepción del mercado a la hora de decantarse por una opción correcta con garantías de futuro.

Ante el desconcierto de los consumidores, la mezcla de términos y la táctica de enmascarar a los coches de combustión interna, bajo el aura de coches limpios y cero emisiones con la complicidad de la DGT, provocan más confusión que transparencia al futuro comprador de un automóvil.

La incertidumbre termina congelando un mercado que no para de caer, con las cifras de ventas de coches en clara disminución. Ante esto y a pesar de las promesas y nuevos lanzamientos relegados a producciones minúsculas, en comparación con los ICE.

Las declaraciones de Schell muestran probablemente el verdadero espíritu de algunos fabricantes tradicionales víctimas de una inercia que frena su capacidad de cambio.

«El diésel funciona muy bien»

Preguntado por la expansión eléctrica de Mercedes el directivo germano asegura que «el diésel enchufable también funciona muy bien, pero el cliente de hoy busca la serenidad, la confianza y también autonomía».

Pero lo que verdaderamente llama la atención es un mensaje que puede ser interpretado por algunos sectores como un cierto ‘cinismo’ que desvirtúa en verdadero valor para la sostenibilidad y la reducción de las emisiones, que sólo el coche 100% eléctrico puede ofrecer.

Roland Schell llega asegurar que «con los híbridos enchufables el cliente puede tener un sentimiento ecológico, pero quiere una autonomía sin problemas«, ignorando los informes, estudios y datos demoledores, que organismos independientes han publicado.

Para Schell la descarbonización de la economía parece más una moda, un «sentimiento», que un hecho real e importante para mejorar la calidad de vida de la ciudadanía al eliminar las emisiones de CO2 y NOx producidas por el transporte privado.

«La automoción hoy no es el problema de la ecología»

El directivo de Mercedes fue interrogado durante la entrevista sobre el «proceso de demonización del coche en las grandes ciudades«, pregunta a la que responde defendiendo al sector del automóvil en España, que es uno de los pilares de la economía española.

La respuesta a la pregunta de El Economista criticaba la política fiscal que grava al automóvil: «España es el segundo productor europeo de vehículos, tras Alemania. Hoy en España tenemos un 21% de IVA, más el impuesto de matriculación, que este año se ha incrementado entre un 5% y un 10%, dependiendo del modelo… ¿por qué? Hagamos algo que permita la contratación de personal y no tantos tributos. La automoción ha llevado a cabo una gran transformación«.

Pero para una industria donde la base de su negocio es la movilidad basada en los motores de combustión interna, la transformación a las cero emisiones es un camino que no se puede recorrer a la misma velocidad que lo ha hecho Tesla, una compañía nacida y pensada para el coche eléctrico desde el día uno.

¿Por qué sucede esto?

Las viejas costumbres, tecnologías e inversiones, condicionan la toma de decisiones donde el motor alimentado por combustible fósiles aún tienen recorrido puesto que los viejos constructores no pueden dar una salto de la noche a la mañana a un nuevo modelo productivo y tecnológico.

Para Schell, el diésel sigue siendo un gran alternativa puesto que «tenemos coches eléctricos e híbridos y estamos cumpliendo con todas las reglas de Europa«, preguntándose: «¿Por qué el Gobierno no facilita la labor con el diésel? A día de hoy, un modelo diésel es maravilloso, consume entre tres y cuatro litros a los 100 kilómetros«.

El directivo lo tiene claro: «La automoción hoy no es el problema de la ecología«, para el alemán «es el momento de decidir si vamos hacia adelante con esta industria«, a pesar de que todo parece indicar que el futuro es, inevitablemente, eléctrico.

El coche eléctrico no funcionan por falta de infraestructuras

Cuando es preguntado directamente por la llegada masiva del coche eléctrico puro (aquel que no cuenta con motor término alguno), Schell tienen clara su versión sobre por qué el coche eléctrico no funciona en España.

Según el el presidente del Consejo de Administración de Mercedes-Benz España; «El vehículo eléctrico no funciona en España porque no hay infraestructuras«.

Según Schell  «faltan 5.000 puntos de recarga, ahora tenemos 4.500 operativos. El Gobierno debe desarrollar esta infraestructura. Cada año se necesitan 50.000 puntos de recarga más para estar en línea con la producción«.

Mirando la gama de productos de Mercedes en la actualidad, a pesar de la nueva llegada del EQA, vemos que para la marca alemana «ahora el cliente no quiere un coche eléctrico, sino un híbrido para entrar en la ciudad«, lo que puede explicar la estructura y oferta de la gama de vehículos que el fabricante alemán ofrece a sus clientes.

El directivo no especifica si estas afirmaciones están basadas en estudios de mercado de Mercedes, que es una de las marcas que menos repercusión ha tenido en el mercado con sus nuevos coches eléctricos, como muestran las cifras de ventas del EQC.

Diferentes tecnologías

Puede que la tibia aceptación de la oferta eléctrica de Mercedes, provocada también por su escaso volumen de producción, contrasta con una demanda que supera la capacidad productiva de modelos existentes de otras marcas, incluida Tesla.

Este, quizás, pudiera ser el motivo de que se siga poniendo el foco en el diesel y las tecnologías híbridas por parte del centenario constructor alemán.

Schell refleja fielmente esta situación cuando concluye: «La solución, para mí, son las diferentes tecnologías. Tenemos combustión interna, híbridos, gas, baterías, casi todo, pero en la política, cuando deciden hacer una cosa, no es bueno«.

Futuro negro para Europa

De las palabras del manager teutón se denota cierto derrotismo y tristeza por el futuro que Europa tiene ante si que puede tener repercusiones enormes sobre una industria que es un pilar esencial del PIB, no sólo de España, sino de todo el viejo continente.

«Es un problema y no vamos a invertir más en el coche de combustión. Todo el desarrollo lo vamos a hacer en China, no en Europa. Es una cosa que para mí demuestra la falta de estrategia en toda Europa para la industria de la automoción y de otras industrias«.

Roland Schell pone el dedo en la llaga de uno de las heridas que ha recibido la industria europea de la automoción, que pude determinar el futuro de toda una industria y millones de puestos de trabajo en todo el continente.

«Ahora somos completamente dependientes de las baterías que vienen de China para montar un eléctrico«, añadiendo que «Lo mismo sucede ahora con los semiconductores, todos vienen de Asia y hay algunas fábricas que están cerradas por falta de chips. Es ilógico«.

Fuente | El Economista

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