La dependencia de los fabricantes foráneos en la producción de baterías para coches eléctricos se ha convertido en una de las principales preocupaciones de los dirigentes de la Unión Europea, que aspiran a que la mayor parte de dichas baterías se hagan dentro de nuestras fronteras. Algo que les ha llevado a presentar un ambicioso plan para ser autosuficientes ya a corto y medio plazo.
Así se lo han trasladado los Ministros de Economía de Alemania y Francia en una carta al diario alemán Handelblatt, en la que aseguraban estar preparándose para poner en marcha una industria interna de producción de baterías que podrá sacar adelante 7 millones de batería al año para 2025.
Esto supondría en la práctica contar con una capacidad anual de unos 350 GWh al año para dentro de apenas cuatro años. Una marca que para los responsables de la UE supondría lograr que Europa esté en condiciones de lograr una mayor soberanía e independencia económica en una industria de importancia estratégica».
Sin duda estamos ante una cifra más que considerable, que supone incluso incrementar las cifras que daba el Vicepresidente de la Comisión Europea, Maros Sefcovic, que el pasado noviembre confirmaba la apuesta por la puesta en marcha de grandes instalaciones de producción de baterías, con una capacidad para 6 millones de coches al año. Algo que nos indica que los planes se han tenido que actualizar posiblemente por la fuerte aceleración que está dando el sector.
Este proyecto supondrá levantar una serie de instalaciones que se tendrán que repartir por diferentes lugares. Si tenemos en cuenta que el consorcio franco/alemán formado por el grupo francés PSA (Peugeot-Citroën, Opel) y el fabricante de baterías Saft (pertenece al gigante Total) planeaban levantar dos gigafábricas con una capacidad de 32 GWh al año cada una, esto se traduciría en que para 350 GWh serían necesarias unas 11 fábricas como estas para atender la demanda estimada.
Si tenemos en cuenta las dos plantas del grupo PSA, una en Francia y otra en Alemania, la fábrica de CATL en Alemania, la de Tesla y Farasis también en territorio germano, las instaladas en Europa del Este de LG Chem, Samsung y SK Innovation, la de Suecia de Northvolt, eso supondría que nos faltarían entre tres y cuatro instalaciones por decidirse su emplazamiento.
Podemos pensar que una de ellas será la que pondrá en marcha Volkswagen en la planta de SEAT de Barcelona, lo que dejaría a España si nada cambia, como una de las que menos partido sacará a esta fuerte expansión de la producción de baterías de Europa que abarcará no sólo la fabricación, sino también involucrará a sectores como el I+D e incluso el reciclado y reutilización de las mismas.
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Fuente | Autonews
