El año pasado según los datos de APPA Renovables, se instalaron en España un total de 3.2 GW de nuevas instalaciones fotovoltaicas, 623 MW correspondieron a instalaciones de autoconsumo y 2.633 MW de generación eléctrica a la red. Ahora un proyecto auspiciado por el fondo de pensiones de Canadá quiere poner en marcha una serie de iniciativas que sumarán en su conjunto nada menos que 3.4 GW.
Renewable Power Capital (RPC) ha formado una empresa conjunta con la compañía española Benbros Solar para desarrollar 14 proyectos de energía solar en España, que permitirá dispara la potencia instalada y aumentar la cuota de producción de una fuente con un enorme potencial en nuestro país, tanto a la hora de generación como en la creación de puestos de trabajo cualificados.
Los proyectos se realizarán en las comunidades de: Andalucía, Extremadura, Castilla la Mancha, Aragón y Murcia, y sus promotores han seleccionado nuestro país por su enorme potencial respecto a las energías renovables en general y de la energía solar fotovoltaica en particular.
Benbros Solar está liderado por Rafael Benjumea, quien fundó y dirigió FRV, una plataforma de proyectos solares globales que comenzó en España en 2005 y se ha convertido en “una de las empresas solares líderes a nivel mundial” con proyectos en seis continentes, y es también presidente de la Asociación Española de Energía Fotovoltaica (UNEF).
Gracias a este proyecto, la energía fotovoltaica en España quiere seguir un crecimiento que no ha frenado el pasado año la pandemia. Y es que mientras que la producción de renovables creció en 2020 un 6% respecto al año anterior, la fotovoltaica se ha anotado un incremento interanual del 65.9%, logrando una cuota de producción del 6.1%.
Una cifra todavía muy baja si tenemos en cuenta el potencial de nuestro país, donde la eólica ha logrado el pasado año el 21.7%.
Para ello sería interesante la mejora del marco legislativo que facilite los trámites a realizar para la instalación y sobre todo, elimine barreras que todavía ponen las empresas energéticas para soluciones como la compensación de excedentes. También sería interesante la inversión en sistemas de almacenamiento tanto residencial como a gran escala, para de esa forma sacar el máximo partido a las fuentes renovables durante las 24 horas del día.
Unas baterías que además podrían ser de fabricación nacional, lo que unido a un sistema de reutilización y reciclado, daría como resultado una economía circular y sostenible que nos permitirá reducir la dependencia del gas, petróleo y nucleares, y crear puestos de trabajo en el proceso.
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