La industria tradicional del automóvil toma aire gracias a las nuevas informaciones que llegan desde Unión Europea. El AGVES (Grupo Asesor sobre Normas de Emisiones de Vehículos por sus siglas en inglés) ha revisado las recomendaciones iniciales y ahora presenta unos límites de emisiones NOx «técnicamente asequibles«.
El nuevo e inesperado giro de la Unión Europea supone un jarro de agua fría vertido sobre las esperanzas de alcanzar, en los próximos años, una movilidad verdaderamente cero emisiones.
El grupo técnico acaba de aumentar la tolerancia del óxidos de nitrógeno de 10 a 30 miligramos por kilómetro.
El lobby del motor de combustión lo consigue
Desde Alemania llegan los primeros aplausos a esta noticia, que puede suponer un retraso en la transición hacia del coche eléctrico, puesto que la aprobación de una homologación EURO 7 light permitirá alargar la vida de los motores de combustión interna.
La reducción de emisiones, por tanto, no será radical sino progresiva a lo largo de décadas, puesto que la prolongación de una tecnología contaminante centenaria tendrá una segunda vida de confirmarse los nuevos planes de la Unión Europea.
La confirmación de estos hechos lo confirma Hildegard Müller, presidenta de la VDA, tras afirmar que «los planes para el nuevo estándar EURO 7 para turismos muestran que la Comisión Europea ha aceptado los límites de lo que es técnicamente factible y ha abandonado los objetivos inalcanzables«.
Amenazas y presiones
La asociación que lleva la voz cantante de la industria automotriz alemana ha sido durante los últimos años la más crítica, a la hora de poner en duda las cifras marcadas en la priunera fase de creación de la nueva homologación EURO 7.
Desde Alemania se amenazaba con el fin de las ventas del coche de gasolina y diésel de entrar en vigor los límites originalmente previstos para esta nueva y crucial normativa.
Desde marcas como Audi surgieron duras críticas, que fueron seguidas por las palabras del presidente del comité de empresa de BMW, Manfred Schoch. La voz de alarma se convertía en gritos que amenazaban con despidos masivos por parte de la industria.
Límites imposibles salvo para el coche eléctrico
Rápidamente surgieron las amenazas a los políticos de Bruselas: «Nos arriesgamos a experimentar un paro sin precedentes«, como afirmó el manager alemán.
Al mismo tiempo ACECA, la asociación europea de constructores, consideraba «imposibles» las propuestas iniciales de la homologación EURO 7. Muchas de estas amenazas se están viendo desmentidas una vez que la industria ha comenzado los procesos de transformación hacia la movilidad eléctrica.
El ejemplo de Stellantis reportado por FCE recientemente, demuestra como el coche eléctrico está sirviendo como sustento de algunas líneas de producción, como la de FIAT en Turín.
Además miles de puestos de trabajo y decenas de miles de millones de euros están bañando los países de centro Europa que levantan en tiempo récord nuevas fábricas de baterías.
¿Un freno para el coche eléctrico?
Mientras que cada vez más países comienzan a poner fecha de caducidad a los vehículos más contaminantes, de hacerse realidad una normativa EURO 7 más laxa, significaría la prolongación de una tecnología que ha demostrado sus efectos en la salud y el medioambiente sobradamente.
Además, esta medida que aún tardará en entrar en vigor permitirá reducir las ‘prisas’ a los grandes fabricantes, a la hora de realizar la transición al coches eléctrico puro, y mantener la palabra «electrificación» para definir la lluvia de híbridos enchufables que está por llegar si se confirma un EURO 7 laxo.
Ante una década perdida
Los plazos para que finalmente Bruselas decida la homologación final aún están lejos, tanto que la presente década del siglo XXI parece casi perdida. Diez años que hubieran sido de inmovilismo industrial de no ser por por el impulso de Tesla, Rivian, Lucid Motors y un puñado de startups estadounidense, el mercado chino con NIO, XPeng y tantas otras iniciativas. Además de los primeros esfuerzos de Volkswagen y Stellantis.
Esta última, Stellantis, planea cuatro plataformas 100% eléctricas para los próximos años. Aún así el grueso de la producción de los europeos sigue siendo y será el coche de gasolina y diésel.
La sustitución de la homologación EURO 6, en vigor desde 2014, se hace casi eterno. Para que la fase de consultas del EURO 7 concluya entro del máximo órgano ejecutivo de la Unión Europea E tiene, aún tienen que pasar casi todo 2021.
Posteriormente se pasará a una nueva ronda de negociaciones con los Estados miembros, donde Alemania o España, grandes productores de coches con motores de combustión interna tendrán mucho que decir.
Como pronto la nueva norma EURO 7 no entrará en vigor antes de 2025, pudiéndose alargar hasta 2027. Esta fecha puede no ser incluso final puesto que, como ya ha ocurrido, algunos países podrían prorrogar extraordinariamente el EURO 6 aún por algún tiempo.
