Waymo, la empresa de conducción autónoma de Google, tiene un largo historial de enfrentamientos con Tesla debido a sus diferentes enfoques en el desarrollo de esta tecnología. De hecho, hace unos meses el exdirector ejecutivo de la compañía, John Krafcik, criticó abiertamente a Tesla por ofrecer un «sistema de asistencia al conductor» en lugar de un sistema verdaderamente autónomo.
Recordemos que el Autopilot, el Autopilot Mejorado y el FSD (Full Self-Driving) de Tesla se encuentran en constante evolución y van recibiendo nuevas funciones según la flota de vehículos va recogiendo datos y «aprendiendo». Dicho de otra forma, el fabricante no ofrece sistemas terminados.
«Es un error pensar que se puede seguir desarrollando un sistema de asistencia al conductor hasta que un día se salte mágicamente a un sistema de conducción totalmente autónomo. En términos de robustez y precisión, por ejemplo, nuestros sensores son varios órdenes de magnitud mejores que lo que vemos en otros fabricantes».
Ahora la polémica se ha reavivado tras el reciente accidente mortal sufrido por un Model S que no contaba con ningún conductor al volante. De acuerdo con Tekedra Mawakana y Dmitri Dolgov, sustitutos de Krafcik al frente de Waymo, la política comercial de Tesla está perjudicando al coche autónomo, pues hace que el público desconfíe de esta tecnología.
Ambos directivos consideran contraproducente que Tesla comercialice sistemas autónomos incompletos que podrían tener fallos de seguridad. «No habrá otra posibilidad de construir, desarrollar, implementar y lanzar esta tecnología. Tienes que hacerlo bien la primera vez», ha declarado Mawakana, que defiende el despliegue lento pero seguro del servicio Waymo One Ride en Phoenix.
«Tienes que ganarte la confianza del público, ser aceptado, tienes que asegurarte de que el marco regulatorio sea el adecuado para ti. Solo entonces se lanzará lo que creemos que será un servicio exitoso y luego podremos lanzarlo a gran escala. Las muertes en Texas son malas para nosotros. Esto es precisamente lo que queremos evitar. Lo que estamos viendo ahora es que hay mucha confusión entre los clientes que confunden un sistema con otro. Esto supone un riesgo para esta categoría de productos y eso nos preocupa».
Fuente | Forbes
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