Ford presentó durante el día de ayer su nuevo plan estratégico «Ford +», en el cual ha quedado definida entre otras cosas su hoja de ruta hacia la movilidad eléctrica. Así, la compañía estadounidense ha confirmado que incrementará sus inversiones en electrificación en más de un tercio y aspirará a que los coches eléctricos supongan el 40% de sus ventas globales para 2030.
Hasta dicho año, la firma del óvalo azul gastará alrededor de 30.000 millones de dólares en electromovilidad, cifra notablemente superior a los 22.000 millones anunciados con anterioridad. Jim Farley, director ejecutivo de la compañía, afirma que esta es su mayor oportunidad de crecimiento desde que Henry Ford comenzara a producir en serie el Model T a principios del siglo XX.
No debemos perder de vista que ya en 2026 Ford solo venderá en el mercado europeo automóviles enchufables, mientras que de cara al año 2030 se centrará exclusivamente en los modelos 100% eléctricos. Actualmente solo dispone de un único modelo de este tipo en su gama, el Mustang Mach-E, al que se sumarán en 2022 la furgoneta E-Transit y el pick-up F-150 Lightning.
Por otro lado, Ford desarrollará todo tipo de baterías (desde litio-ferrofosfato para vehículos comerciales hasta electrolito sólido en colaboración con Solid Power) a través de su división IonBoost. Según los cálculos de Farley, para el año 2025 la compañía debería haber sido capaz de reducir los costes de sus baterías en un 40%. Además, recientemente ha firmado un acuerdo con SK Innovation para la fabricación conjunta de celdas en Estados Unidos.
Ford cuenta actualmente con una alianza estratégica con el Grupo Volkswagen en Europa, a raíz de la cual los norteamericanos podrán utilizar la plataforma modular MEB de los alemanes para dar forma a dos modelos eléctricos destinados al viejo continente. Sin embargo, en Ford saben que no pueden depender exclusivamente de tecnología externa, por lo que también están trabajando en sus propias plataformas.
Así, la empresa evolucionará la actual plataforma GE del Mustang Mach-E, dando lugar a una nueva plataforma GE2 que se empleará en turismos y SUV medianos. Esta arquitectura también llegará a los modelos de la marca Lincoln (la división premium de Ford). Todavía no está claro si se podrá emplear en automóviles más pequeños (segmentos B y C).
Por otro lado, la marca también ha confirmado que dispondrá de una plataforma de mayor tamaño que se empleará en SUV de gran tamaño, pick-up, vehículos comerciales e incluso todoterrenos. Aunque esta arquitectura debutará con el Explorer eléctrico en 2023, se espera que también permita a Ford desarrollar un Bronco eléctrico para competir contra el Jeep Wrangler Magneto.
Fuente | Reuters
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