El fin de los confinamientos, la libertad para desplazarse de nuevo en coche, son algunas de las razones que un nuevo informe realizado por Bank of America toma en consideración para situar el precio del barril de petróleo en los 100 dólares en 2022.
Si la espiral de precios de la energía en la que vivimos estos días no fuera suficiente, según el último informe de Bank of America, el petróleo y todos su derivados pueden experimentar un alza en los precios que haga disparar toda una espiral de crecimientos de precios en miles de productos.
La reconquista de los tres dígitos del precio del barril de petróleo se produce según el banco estadounidense por tres motivos principales.
Demanda diferida
En el análisis dirigido por Francisco Blanch se apunta a la demanda de viajes aplazados, tras más de un año de confinamientos y limitaciones a la movilidad como consecuencia de la pandemia.
Junto a estas ganas de viajar se junta la voluntad de hacerlo a través de medios de transporte privados. El informe indica que los consumidores que renuncian al transporte público en favor del coche privado contribuirán al incremento de la demanda de combustible.
Por otra parte el Bank of America alude a un aumento en los gastos de las empresas para lograr cumplir con los objetivos del acuerdo climático de París. En este sentido se destaca un aumento del papel más activo de los inversores en el sector energético, así como una creciente presión pública para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Consecuencias de una subida
Para los analistas el precio este mismo año del petróleo podría subir de los 60 hasta los 68 dólares, al tiempo que se incrementa la demanda.
Junto con el estudio existe una clara perspectiva alcista en referencia al petróleo que se añade a la presión sobre la ‘coalición’ OPEP+ encabezada por Arabia Saudita y Rusia. Estos dos países se reunirán próximamente para estudiar si aumentan la producción de petróleo tras la disminución de esta durante la pandemia.
Riad quiere actuar con cautela, aunque un mercado mundial cada vez más ‘apretado’ podría obligar a la alianza a abrir un poco los grifos, según indican desde el medio World Oil.
Una subida del precio del petróleo puede significar un mayor interés por parte de los consumidores a la hora de considerar otras alternativas de movilidad más limpia y económica para sus bolsillos.
El diferencial de los costes de mantenimiento y la esperanza de que para 2022 finalmente estén activas las ayudas para la compra de un coche eléctrico prometidas pro el Plan MOVES III, pueden suponer el primer paso para que España comience a sumarse a una tendencia que ya es una realidad por toda Europa.
Fuente | World Oil
