El SUV más grande de la gama Opel, el Grandland (antes conocido como Grandland X), ha recibido su primer restyling. Entre otras cosas, el renovado modelo recibe un nuevo frontal con el «Opel Vizor», una parrilla de plástico transparente que engloba los grupos ópticos y que también hemos visto recientemente en los nuevos Mokka y Crossland. Además, las molduras protectoras de los pasos de rueda y las taloneras ahora están pintadas en el mismo color que la carrocería.
Si el exterior del Grandland ha adoptado la nueva imagen corporativa de Opel, algo similar ocurre en el interior, donde el salpicadero inspirado en el del Astra K (2015) cede su puesto al nuevo «Opel Pure Panel» estrenado por el Mokka B (2020), un panel formado por dos pantallas (una a modo de instrumentación y otra táctil de hasta 10 pulgadas para el sistema de infoentretenimiento, la última de las cuales está orientada hacia el conductor).
Uno de los puntos más destacados por Opel es la adición del sistema de faros matriciales IntelliLux LED Pixel. Esta tecnología de iluminación adaptativa, formada por un total de 168 diodos LED, procede directamente del buque insignia de la gama del fabricante del rayo, el Insignia. Otros equipamientos de última hornada son el sistema de visión nocturna Night Vision con detección de peatones y animales, así como el asistente de posición en carretera semiadaptativo.
La lista de asistentes del renovado todocamino alemán la completan la cámara de 360 grados, el asistente de aparcamiento automático, el sistema de aviso de ángulo muerto, el aviso de colisión frontal con frenado automático de emergencia… Además, no faltan unos asientos ergonómicos con certificado AGR, todo un clásico en Opel.
Al igual que su predecesor, el nuevo Grandland dispondrá de dos versiones híbridas enchufables: una de tracción delantera y otra con tracción total. Mientras que la primera combinará un motor de gasolina 1.6 con un propulsor eléctrico de 110 CV a través de una caja automática de ocho relaciones e-EAT8, el segundo añadirá una segunda unidad eléctrica en el eje trasero.
La variante de tracción delantera tendrá una potencia de 225 CV, mientras que la superior se irá a los 300 CV. Tanto uno como otro disfrutarán de un pack de baterías de 13,2 kWh, el cual les debería permitir homologar una autonomía en modo eléctrico de 57 km WLTP y 50 km WLTP respectivamente. Aunque de serie cargarán a 3,7 kW, opcionalmente podrán llegar a 7,4 kW.
«El nuevo Grandland entusiasmará a los nuevos clientes con sus tecnologías de referencia y su interior de alta tecnología y, por supuesto, también está disponible con una potente motorización híbrida. Con el nuevo Grandland mantenemos nuestro rumbo con un diseño claro y atrevido, una elevada eficiencia y, por supuesto, la electrificación. El nuevo Grandland está a la altura del Insignia, nuestro más alto representante, en cuanto a tecnología», afirma el director general de Opel, Michael Lohscheller. Aunque las entregas del nuevo Opel Grandland no comenzarán hasta otoño, dentro de unas semanas la compañía anunciará sus precios oficiales y abrirá los libros de pedidos.
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