Si hay dos productos que el mercado espera por sus prestaciones y propuesta, pero que han sufrido en sus carnes el retraso en su lanzamiento, son el Tesla Semi y el Rodaster. Un camión eléctrico y un superdeportivo llamados a de nuevo revolucionar sus respectivos segmentos.
De estas dos promesas que se han alargado demasiado en el tiempo, el camión eléctrico sin duda puede jugar un papel fundamental en la lucha por la reducción de emisiones en un sector donde poco a poco van apareciendo alternativas, pero como ha sucedido en los coches, necesita el impulso mediático que le puede dar Tesla.
Hasta ahora ningún fabricante ha conseguido realizar un camión 100% eléctrico que pueda rivalizar con los camiones pesados, pertenecientes a la conocida en los Estados Unidos como Clase 8 (Class 8 Heavy Trucks).
La misión de desbancar al motor de combustión en las largas distancias transportando grandes cargas parece correr a cargo del Tesla Semi, la respuesta de Elon Musk a un sector al que la electrificación aún no ha llegado de lleno.
El Semi de Tesla no es un vehículo nuevo si consideramos que se presentó en el lejano 2017 y que debía haber llegado al mercado en 2019 como muy tarde. Ahora, en 2021 parece que el camión eléctrico finalmente arrancará su producción en serie.
Durante el mes de marzo, el portal Electrek lanzó una exclusiva donde se indicaba que Tesla estaba construyendo una línea de producción para el Tesla Semi en un nuevo edificio cerca de Gigafactory Nevada. La línea sería capaz de producir cinco camiones por semana a finales de año según se pensaba inicialmente.
Tesla Semi: ha llegado el momento
Las ultimas filtraciones que llegan desde los Norteamérica, indican que la primera línea de producción del Tesla Semi está ultimando sus controles finales y que e breve comenzará a producir sus primeras unidades, que se deberá medir contra veteranos rivales bien afianzados en el mercado dotados, todos ellos, de enromes motores térmicos.
Como recordamos, según Tesla el Semi contará con dos versiones: una de 480 km de autonomía, y otra de 800 km. Ambas cifras en un principio son bajo el realista ciclo de homologación EPA, por lo que deberían equivaler a la autonomía en condiciones reales del camión. Además, Elon Musk afirmó en su momento que esperaban mejorar la autonomía en el modelo final, el cual podría rondar los 950 km por carga.
Otro aspecto a destacar es que es sólo un poco más caro que un camión diésel de tipo «semi-truck» (150.000 dólares para la versión de 480 km, y 180.000 dólares para la de 800 km), y gracias a los enormes ahorros en combustible que se deberían conseguir con él, las empresas que decidan apostar por el modelo probablemente amorticen su compra de forma rápida.
También fundamental la cuestión de la carga. Si en los turismos esto es muy importante, Tesla sabe que para un camión es capital el contar con una buena capacidad. El Semi podrá recuperar el 80% de su carga en apenas media hora, o unos 660 km en apenas 30 minutos. Todo gracias a una red de Megacargadores que Tesla comenzará a construir próximamente en las rutas comerciales más importantes de Estados Unidos, lo que permitirá al camión aumentar su versatilidad enormemente.
Una ventaja competitiva clave a favor de los norteamericanos, pero que de nuevo requerirá una enorme inversión, y a la que se añadirá la presencia de la tecnología de Autopilot, que permitirá aumentar de forma sustancial la seguridad y comodidad de los conductores que podrán realizar sus largas y monótonas rutas de una forma más descansada.
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