Cuando se presentaron las nuevas versiones del Tesla Model S y X, además de algunos nuevos detalles en el interior y exterior, el fabricante sorprendió con la presencia de un extravagante volante de horquilla, conocido como Yoke. Algo que para muchos era una broma, o un elemento publicitario, pero que ahora ha confirmado los temores de los que pensaban que formará parte del equipamiento de serie.
El sistema, que nos recuerda al volante de KITT, el coche fantástico, no sólo formará parte de la propuesta de los nuevos Model S y X, sino que Elon Musk ha confirmado que al menos de momento, no habrá opción de instalar un volante normal.
Por supuesto la polémica no se ha hecho esperar, y la red ha estallado en quejas de la adopción de un formato muy llamativo, pero poco práctico. Principalmente a bajas velocidades y que para muchos puede llegar a ser incluso peligroso en situaciones como la conducción sobre superficies heladas.
Y es que sabiendo que Tesla ha estado desarrollando un sistema de dirección por cable, lo normal era que la marca no se arriesgaría a llevar el controvertido volante Yoke al mercado sin una curva de dirección no lineal habilitada por un sistema de dirección por cable. Pero cuando Tesla comenzó las entregas del nuevo Model S Plaid, hemos podido ver para sorpresa de casi todos que el volante tenía una relación de dirección normal de 14.0: 1, y está resultando poco práctico a velocidades más bajas.
Parece que el nuevo sistema de dirección por cable de Tesla no estará listo hasta dentro de unos años y, por lo tanto, todavía habrá que esperar para ver las mejoras en el sistema de dirección empleado por el Yoke que de momento parece un movimiento que busca más publicidad que efectividad.
Ahora queda ver si Elon Musk mantiene su apuesta, que parece algo totalmente personal, o finalmente entra en razón y opta o por ofrecer el volante normal como opción, o por retirar este extraño sistema hasta tener su tecnología totalmente desarrollada.
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