La Inspección Técnica de Vehículos (ITV), no para de actualizar sus estándares para asegurar la ‘salud’ de los automóviles y vehículos que circulan por nuestras carreteras. Ahora la revisión obligatoria tiene una nueva prueba que afectará más a los vehículos de combustión interna que al coche eléctrico.
La Unión Europea ha implantado un nuevo protocolo que las ITV de toda la Unión deben efectuar a la hora de comprobar el estado de cada vehículo.
Pese a la obligatoriedad y necesidad de realizar la revisión puntual de cada automóvil cuando llega su momento, en España aún circulan alrededor de dos millones de vehículos sin ITV, según la Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos. De estos, el 68% son turismos.
Ahora las ITV suman una nueva prueba, en este caso es un test de ruidos orientado a detectar posibles alteraciones en el sistema de escape de los vehículos de combustión interna.
Gracias a esta nueva prueba disminuye la posibilidad de toparse circulando coches que superen los niveles fijados por la normativa bajo la que fue homologado inicialmente cada vehículo.
Para el año 2023 todos los centro de ITV de la Unión Europea tendrán que realizar esta prueba que ‘escuchará’ el sonido emitido por cada automóvil.
Además de esto, las ITV tendrán que comprobar las emisiones en vehículos eléctricos de autonomía extendida (REEV). A mismo tiempo será necesario identificar las motocicletas que dispongan de un sistema avanzado de control de emisiones.
Una medida que cuidosamente coincide en su anuncio que la puesta en marcha de la obligación a los coches eléctricos de hacer ruido durante su marcha. Algo que sin duda dará mucho que hablar.
