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Ballesteros de Calatrava, el pueblo de Ciudad Real que se independizará de las empresas eléctricas

Hay dos opciones para tener electricidad, conectarse a la red existente, donde concurren varias empresas que producen y comercilizan la misma, o ser autosuficientes con una instalación autónoma. Ese último es el objetivo de Ballesteros de Calatrava, una población de 400 habitantes a 18 kilómetros de Ciudad Real.

Todo comenzó en septiembre de 2020, cuando el pueblo tomó la decisión de situarse en el mapa y frenar la despoblación con un interesante incentivo: reducir hasta el 80% del coste de la electricidad, aunque en una fase inicial el ahorro será del 20%. El truco está en ahorrarse todos los costes regulados y políticos del recibo actual que nada tienen que ver con el consumo de los clientes a la red.

De ahí el nacimiento del proyecto «Ballesteros Genera», que construirá una central fotovoltaica en un terreno cedido por una vecina al consistorio. A finales de año los paneles solares estarán en pleno funcionamiento. La instalación está diseñada para ser autosuficiente, esto es: producción, almacenamiento y distribución de energía.

Para llevar a cabo el proyecto ha sido necesaria una inversión de 338.000 euros, de los cuales 138.000 vienen de los fondos de la Red Europea para el Desarrollo Rural (LEADER) que gestiona la Asociación para el Desarrollo (AD) del Campo de Calatrava. Oficialmente, el proyecto se presentó el 15 de julio.

Paneles solares de +Inteligencia

No se trata simplemente de un pueblo renegado del oligopolio eléctrico. Su ambición va más allá: pretenden crear la primera comunidad rural de energías renovables en España, es decir, ampliar la red a municipios de la zona para que también se den de baja de las empresas energéticas grandes. El socio tecnológico de este proyecto es +Inteligencia, una pequeña empresa energética ubicada en Miguelturra, en la misma provincia.

El recibo funcionará en parte como una hipoteca, en la que se irá amortizando el coste de la instalación, pero ya será un ahorro sobre la factura regulada. Así se llegará a un 80% de ahorro respecto a la situación actual en ocho años. El objetivo es la independencia energética total, así que el proyecto cuenta con baterías de almacenamiento, pero desconocemos las cuantías del mismo o sus datos técnicos.

Un reclamo en forma de un recibo eléctrico más barato tanto para particulares como para empresas, que será un incentivo para irse allí a vivir o trabajar, con lo cual se conseguirá uno de los objetivos del proyecto. Si esta experiencia tiene éxito, podemos esperar que empiecen a brotar poco a poco más iniciativas de este tipo.

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