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Herbert Diess, CEO de Volkswagen, cree que la electricidad no seguirá aumentando de precio a largo plazo

Los precios de la electricidad están aumentando en toda Europa, ni mucho menos es un problema exclusivamente español. Hay más demanda de energía que la que las fuentes renovables pueden atender, y lo que no se puede cubrir con energía nuclear ha de sacarse de las térmicas: carbón, fuel o gas. Las energías más caras condicionan el precio del megavatio hora.

Ante el temor de que la electricidad siga subiendo de precio al sacarse del sistema las centrales que emiten CO2 y las nucleares -según va terminando la vida útil de los reactores-, Herbert Diess quita hierro al asunto. En una entrevista concedida a WirtschaftsWoche, el consejero delegado de Volkswagen cree que el precio de la electricidad elevado es temporal, y que en el largo plazo seguirá siendo mejor moverse con electricidad que con energías fósiles.

Teniendo en cuenta exclusivamente el coste de generación, con un coche eléctrico se pueden recorrer 100 kilómetros, afirmó el ejecutivo. El precio de la electricidad está influido por costes políticos y artificiales. Además, según vaya aumentando la disponibilidad de fuentes de energía renovables, principalmente solar y eólica, los precios irán cayendo. Así, se puede llegar a un precio cercano a 0 cuando hay más oferta que demanda. En Alemania, en torno a 200 horas al año la electricidad tiene un coste de generación negativo.

Si tenemos en cuenta que los coches eléctricos se cargan regularmente aprovechando los horarios de menor precio, y que es cuando más electricidad puede sobrar en el sistema, no tiene sentido ligar los coches eléctricos y los precios de la electricidad al alza. En todo caso será al revés, aplanando la curva de la demanda se beneficia el consumidor.

La cuadratura del círculo viene cuando integramos la tecnología V2G (vehículo a red), que permite recargar con energía barata y verter a la red los excedentes que no vayan a usarse en los coches, lo que reporta un beneficio económico al comprar barato y vender más caro. Y cuando hablamos de «vender más caro», es por debajo de lo que cuestan las energías fósiles de respaldo.

Los coches eléctricos no tienen rival en coste por kilómetro porque son más económicos incluso con la electricidad por las nubes, además de tener un mantenimiento reducido, especialmente el preventivo. La distancia sería mayor respecto a los derivados del petróleo si los costes políticos no inflasen el recibo y se acelerase el despliegue de centrales renovables. Cinco años o más pueden pasar entre que se planifica un parque eólico y se enchufa a la red. El colmo de los colmos es que sean los ecologistas los que pongan freno a ese proceso.

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