El Model S Plaid es un automóvil impresionante. La versión más deportiva de la berlina ejecutiva de Tesla se lanzó a principios de año, estrenando un nuevo tren motriz de 1.020 CV formado por tres motores eléctricos (uno en el eje delantero, dos en el trasero) que le permite hacer el 0 a 60 millas por hora (0-96,6 km/h) en 1,99 segundos y alcanzar una velocidad punta de 322 km/h.
Además, el habitáculo también se ha renovado por completo: el Model S es ya un vehículo veterano (data del año 2012), y aunque su estética exterior aguanta bien el paso del tiempo, el interior comenzaba a dar signos de envejecimiento. Por ello, Tesla lo ha dotado de un nuevo salpicadero completamente rediseñado, el cual está presidido por una enorme pantalla táctil de 17 pulgadas en formato horizontal.
Sin embargo, una de las novedades introducidas con este rediseño interior ha causado una enorme polémica: el «yoke steering wheel», un volante sin aro completo inspirado en el mundo de la aeronáutica. Este diseño de «mariposa» ha sido duramente criticado tanto por la prensa especializada como por los propios usuarios debido a su falta de ergonomía.
A pesar de las justificaciones de Elon Musk, que afirma que esta configuración facilita la visualización de los displays del coche cuando el sistema de asistencia a la conducción FSD está activado, lo cierto es que en la práctica esta solución tiene pocas ventajas. Además, habría que señalar que el Full Self-Driving todavía se encuentra lejos de poder ofrecer una experiencia de conducción autónoma completa.
La Tesla Cybertruck también equipará el volante «yoke»
Aunque en autopista el volante resulta relativamente cómodo, periodistas y clientes afirman que a la hora de circular por ciudad o por carreteras secundarias se vuelve engorroso de utilizar, algo que se hace notar especialmente cuando se maniobra o cuando se realiza una conducción deportiva. En definitiva, muchos consideran que en realidad la apuesta por este elemento simplemente responde a una maniobra de marketing, pues a la hora de la verdad, los contras superan de forma aplastante a los pros.
El último medio en hacerse eco de estos problemas ha sido Consumer Reports. Esta reputada publicación afirma en su análisis que el volante «yoke» tiene pocos beneficios y podría conllevar algunos posibles problemas de seguridad. Aunque ciertamente mejora la visualización de las pantallas del coche, dificulta algunos giros (cuanto más cerrados, peor); además, si se pierde agarre (algo nada inusual dado que su aro es demasiado grueso), es difícil volverlo a sujetar.
Fuente | Consumer Reports
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