El Proyecto CIRVE nació en 2018 para permitir los viajes transfronterizos desde la Península Ibérica hasta el resto de Europa. Para ello se diseñó una red de cargadores de varios operadores, 40 de los cuales están en España y otros 18 en Portugal. Los corredores Atlántico y Mediterráneo están cubiertos, así como la ruta por el centro.
Por lo tanto, ya se puede ir de Portugal a Francia, atravesando España, con un coche eléctrico como el Renault ZOE. Cuenta con una autonomía más que decente, pero sin una capacidad salvaje de baterías. Es, además, un modelo relativamente asequible considerando la oferta actual. La infraestructura de recarga desplegada es pública e interoperable.
Es, de hecho, el primer proyecto interoperable de nuestro país. Esto significa que los clientes de un gestor de recarga tendrán acceso a los cargadores de otro gestor que forme parte del proyecto. Se presupuestaron 3,5 millones de euros y el plazo se ha respetado, antes de diciembre de 2021.
CIRVE es el resultado de la colaboración de distintos gestores de carga (EDP, Endesa X, GIC, Iberdrola e Ibil), la Asociación empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (AEDIVE), Renault Group y el Centro para la Excelencia e Innovación de Portugal (CEIIA). El fabricante del rombo se ha involucrado a través de su marca de movilidad, Mobilize.
