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BMW cree que las baterías de electrolito sólido lograrán que los coches eléctricos igualen en precio a los térmicos

BMW está ultimando en desarrollo de la nueva plataforma Neue Klasse, una arquitectura multienergía mejor adaptada a los trenes motrices 100% eléctricos que las actuales FAAR y CLAR. A pesar de que seguirá pudiendo albergar conjuntos propulsores térmicos e híbridos, estará especialmente optimizada para coches eléctricos a baterías.

Frente a la actual plataforma CLAR, la Neue Klasse contará con un piso completamente plano, lo que nos lleva a pensar que dispondrá de varios tipos de módulos centrales en función de la tecnología de propulsión del vehículo (algo similar ocurrirá con las plataformas MFA3 y MMA de Mercedes-Benz, la última de las cuales se diferenciará de la primera por una sección central especialmente diseñada para alojar baterías).

El primer modelo en emplear esta arquitectura será el próximo Serie 3, cuyo lanzamiento está previsto para 2025. La versión eléctrica de este modelo en un principio se denominará i3, y tendrá la tarea de sustituir al actual i4, del que se diferenciará entre otras cosas por el empleo de un sistema eléctrico de 800 voltios que le permitirá acceder a cargas ultra-rápidas en corriente continua.

Sin embargo, el i3 seguirá empleando baterías similares a las del actual i4: aunque su densidad energética será superior, BMW no tiene previsto utilizar una tecnología disruptiva en las celdas de los primeros modelos basados en la plataforma Neue Klasse. Con todo, antes de que finalice la década, la compañía comenzará a producir vehículos dotados de baterías de electrolito sólido.

BMW presentará un primer prototipo de sus baterías de electrolito sólido en 2025

Este tipo de celdas se caracterizan por su elevada estabilidad térmica, por lo que son más seguras que las actuales de electrolito líquido. Además, esto también se traduce en un rendimiento optimizado a temperaturas extremas, por lo que no se hace necesario emplear un costoso sistema de refrigeración, lo que permite reducir los costes de desarrollo y fabricación.

Por otro lado, su densidad energética es superior y pueden cargarse mucho más rápido, lo que supone solucionar dos de los principales problemas de los coches eléctricos a baterías: su autonomía, en muchas ocasiones inferior a la de los modelos térmicos, y los tiempos de «repostaje».

BMW planea comenzar a producir baterías de electrolito sólido en colaboración con Solid Power antes del año 2030; sin embargo, ya en 2025 contará con algunos prototipos funcionales. Gracias a su coste de fabricación reducido y a su amplia autonomía, la firma bávara estima que sus coches eléctricos con baterías de electrolito sólido serán prácticamente equivalentes a sus modelos gasolina y diésel.

Fuente | Autocar

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