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El BMW iX gusta en las primeras pruebas de prensa en Alemania

Novedad del 2021, el BMW iX se une a la estirpe de coches eléctricos que no tienen nada que ver con un coche de combustión modificado, sino que tienen una plataforma especializada. BMW ha vertido todo su saber hacer en este modelo, destinado a competir con Tesla Model X, Mercedes-Benz EQC, Audi e-tron o Jaguar i-Pace.

En la presentación en tierras alemanas los primeros medios internacionales tienen en general muy buenas impresiones sobre el nuevo SUV de BMW, totalmente eléctrico. Por ejemplo, destaca su coeficiente de penetración de 0,25, muy bajo para un SUV, gracias a los aditamientos aerodinámicos que lleva. No obstante, recordemos que una cosa es el Cx, y otra distinta la superficie frontal. A alta velocidad se nota más por menor ruido aerodinámico e impacto en la autonomía menos intensivo. Su punta es de 200 km/h.

Los colegas de publicaciones extranjeras consideran que es un buen producto, aunque no sea especialmente sobresaliente. Con la versión xDrive 50, con doble motor y más autonomía (105,2 kWh), no es difícil superar los 500 kilómetros de autonomía. Allá donde sea posible, puede recargar a 200 kW de potencia. La versión «básica», xDrive 40, tiene menos capacidad (71 kWh) y la recarga es un poco más lenta, 150 kW como mucho en CC/DC.

Aunque es un coche muy pesado -más de 2 toneladas- su comportamiento no decepciona en el sentido de que la suspensión adaptativa contiene los movimientos de carrocería sin torturar a los ocupantes con mal asfalto. Pese a que el pedal de freno es electrónico, no se nota una mala percepción de frenada, y casi todo el trabajo de deceleración es cosa del motor (xDrive 40) o motores (xDrive 50). Los frenos convencionales tienen poco uso útil, en el modo B se puede llegar a detener el coche por completo conduciendo solo con el pedal del acelerador.

La dirección también recibe buenas críticas por su precisión y rapidez -es muy directa-, si bien le falta algo de tacto y retroalimentación; el conductor no aprecia muy bien lo que pasa debajo de las ruedas y algunos conductores echarán de menos un volante redondo. En el aspecto de las prestaciones está en lo esperable en el segmento D-SUV Premium y eléctrico, y no dobla el cuello al acelerar. Mejor, porque los reposacabezas son integrados y no se pueden ajustar.

En el interior del BMW iX encontraremos minimalismo, materiales sostenibles y gran variedad de tactos y apariencias. El conductor tiene a su disposición dos pantallas, una para instrumentación y otra para el sistema de infoentretemiento y navegación, en una superficie curva que facilita su visión notablemente. Algunos menús son un poco farragosos por la gran cantidad de opciones y pocos botones físicos, aunque el mando iDrive sigue ahí.

Los ingenieros de BMW han adoptado distintas soluciones prácticas que facilitan las cosas, como poder rellenar el líquido del limpiaparabrisas con una boca bajo la insignia BMW delantera -el capó no se abre-, plegado de las plazas traseras con un botón, ausencia de túnel central, techo panorámico electrocrómico, recarga inalámbrica del teléfono móvil, preacondicionado térmico de baterías previa a una recarga prevista en el GPS, cierre suavizado de las puertas -los cristales van sin marco, tipo coupé-, luces láser, HUD y un larguísimo etcétera.

La controvertida parrilla de grandes riñones se debe a motivos de diseño estético, funcionalmente solo sirve para tapar algunos sensores frontales, no es para refrigerar

Es una compra recomendable en relación a su precio, un poco más alto que el de sus rivales directos de media, pero que puede compensar en algunos aspectos. Por ejemplo, respecto al Mercedes-Benz EQV, el BMW tiene más autonomía por su plataforma optimizada. Los precios están muy lejos del que era único eléctrico puro de la casa, el BMW i3, pero los clientes de uno y otro poco tienen que ver más allá del gusto por la insignia de BMW.

En el resto de los aspectos evaluados el coche está dentro de lo esperable o deja buena impresión, son pocos los aspectos a criticar en al menos los 200 y pico kilómetros que realizaron los probadores. Demuestra solidez, buena calidad de construcción y acabados, un refinamiento propio de un coche Premium, muy buenas prestaciones, autonomía para viajar lejos sin preocupaciones… No es un BMW al uso, es como serán los BMW al uso a partir de ahora.

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