A principios del mes se celebró en los salares de Bonneville (Utah, EEUU) una prueba de velocidad muy especial. El equipo Vesco 444 reVolt Systems se presentó allí con su «Little Giant», un bólido con 1.152 celdas prismáticas de batería y motores Tesla muy apretados, recargado con energía de un camión con paneles solares. Su objetivo, el récord de velocidad mundial para coches eléctricos.
El viernes 1 de octubre el coche alcanzó una punta de 357 millas por hora (574,5 km/h) en uno de los intentos, y a la vuelta hizo una media de 353 mph (568 km/h). Eso es casi 20 km/h por encima del récord mundial actual, pero no se respetó una hora de descanso entre la ida y la vuelta, que se hace para evitar cualquier posible ventaja por optimización térmica. Por lo tanto, el récord mundial sigue como estaba, no sirve.
Sin embargo, el bólido ha aplastado el récord National Electric E3 de Estados Unidos, dejando la marca en 353 mph, así que la próxima cifra mágica es la de 400 mph, más de 640 km/h. Dado que al finalizar el tramo cronometrable el «Little Giant» seguía acelerando, sus creadores creen que puede ir aún más deprisa. El piloto, Eric Ritter, dijo de él que empuja sin parar ni desfallecer.
Este proyecto ha sido el fruto de varias empresas, empezando por el Team Vesco de Rockville (Utah, EEUU), con experiencia en romper récords de velocidad en tierra. El socio tecnológico para la parte eléctrica fue reVolt Systems de Oceanside (California, EEUU), y también colaboraron el ingeniero Greg Peek de American Track Roadsters y Trenton Wonsley, ingeniero con experiencia en conversiones de vehículos eléctricos.
