Solid Power, una de las startups dedicadas al desarrollo de baterías de electrolito sólido más avanzadas del panorama internacional, acaba de anunciar que su tecnología ha demostrado en una serie de pruebas realizadas por terceros que su seguridad es superior a la de las baterías de iones de litio con electrolito acuoso empleadas en la actualidad.
La compañía, que cuenta con el respaldo de pesos pesados como BMW o Ford, ha revelado que los test tenían como objetivo simular daños en sus prototipos de celdas de batería, las cuales emplean un electrolito sólido a base de sulfuro en lugar del electrolito líquido o en forma de gel empleado usualmente en la industria.
Cuando las celdas, que estaban completamente cargadas, fueron perforadas por un clavo, el único cambio fue un ligero incremento en la temperatura. De acuerdo con la nota de prensa facilitada por la compañía, las pruebas de penetración no produjeron llamas, y cuando las celdas se sobrecargaron al 200% y se cortocircuitaron no experimentaron ningún problema grave.
Solid Power afirma que sus celdas ofrecen una densidad energética de 350 Wh/kg y una vida útil de 1.000 ciclos con una retención de capacidad superior al 80%. Hasta el momento la empresa ha empleado celdas de tipo bolsa de pequeño tamaño, por lo que su próximo objetivo es escalarlas a un tamaño más grande para hacerlas más idóneas para aplicaciones de transporte.
Las baterías de electrolito sólido son consideradas el futuro de la industria
En un principio, BMW y Ford comenzarán a probar estas celdas en sus automóviles de cara al año 2022. La firma bávara afirma que contará con un prototipo de batería de electrolito sólido para el año 2025, si bien no entrará en producción hasta 2030. En el caso de Ford, es interesante recordar que la marca también tiene acuerdos con SK Innovation y Volkswagen, otras dos empresas que también están trabajando por su cuenta en el desarrollo del electrolito sólido.
Una de las principales ventajas de las baterías de electrolito sólido es su estabilidad térmica, lo que las hace más seguras y mejora su rendimiento en un amplio rango de temperaturas; de hecho, algunos fabricantes afirman que gracias a esta tecnología dejará de ser necesario el empleo de costosos y pesados sistemas de gestión térmica para los packs.
La otra gran ventaja del electrolito sólido es su mayor densidad energética, lo que sobre el papel debería permitir a los fabricantes ofrecer coches eléctricos con baterías de mayor capacidad y, por lo tanto, con una autonomía superior. Por otro lado, esta tecnología también posibilita cargas más rápidas que las baterías de iones de litio actuales.
Relacionadas | León contará con la primera planta de reciclaje de baterías de coches eléctricos de España
