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Los Tesla Model S y X fabricados en 2016 y 2017 podrán optar al sistema FSD tras pasar por taller

Allá por 2016 Tesla anunció el sistema Autopilot 2.0, más preciso que su predecesor, e iba a ser el punto de partida para una conducción totalmente autónoma, mas no fue así. Hoy día, mientras progresa el despliegue paulatino de la beta 10 del sistema «Full Self-Driving» (FSD), resulta que los primeros coches con el hardware del Autopilot 2.0 son incompatibles pese a los 10.000 dólares que adelantaron algunos clientes por tener esa capacidad en el futuro.

Pero tiene arreglo. A principios de 2018 Tesla había solucionado la aparente falta de capacidad de esas primeras unidades con cámaras mejoradas y el ordenador central MCU2, que reemplazó a los MCU1 e incorporó avances en materia de infoentretenimiento. La modificación se puede hacer de forma retroactiva, tal y como confirmó Elon Musk por Twitter.

Se tienen que actualizar las cámaras -Musk no entró en detalles-, así como el ordenador central. La diferencia entre las cámaras originales y las nuevas está en el filtro RCC, no en el sensor de imagen, aseguró el hacker @greentheonly en Twitter. El filtro actualizado mejora la captación de color, pero empeora un poco luminosidad. En teoría, los que pagaron por el hardware de Autopilot 2.0 con futuro FSD lo tienen todo incluido ya.

Una vez actualizados los coches, aquellos clientes que tengan un historial de seguridad impecable (100 puntos o casi) podrán acceder a la beta pública de FSD si lo desean. En una fase posterior, todos aquellos que pagaron por FSD de forma anticipada los disfrutarán, una vez termine la beta. El cuándo sucederá tal cosa de momento es una incógnita.

Actualizar solo el ordenador no es suficiente para disfrutar FSD en los modelos 2016 y 2017, se tienen que actualizar las cámaras de vídeo

De todas formas, siguen existiendo grandes dudas de que el FSD de producción -llamarlo «definitivo» sería arriesgado- sea realmente un sistema capaz de conducir por sí mismo (eso dicen sus siglas), más bien será un sistema de conducción asistida nivel 2. El conductor tendrá que permanecer atento a la carretera con sus ojos, aunque pueda estar con las manos retiradas del volante durante un tiempo, ya sea más o menos.

Un sistema realmente autónomo, de nivel 5 SAE, puede ir del punto A al punto B resolviendo cualquier situación posible de conducción, de otros conductores, la vía, etc. Si en algún momento ha de intervenir un humano, ya sea asiendo el volante o mediante conexión remota, hablamos de un sistema de nivel 4. Y el término medio es el nivel 3, el conductor puede retirar las manos del volante y la vista de la carretera, hasta recibir un aviso para que vuelva a su tarea.

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