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Porsche estima que las baterías de 100 kWh ofrecen el equilibrio óptimo entre autonomía, prestaciones y sostenibilidad

Para el año 2030, Porsche quiere lograr la neutralidad de emisiones de carbono en toda su cadena de valor. Para lograrlo, la firma de Stuttgart confiará en la electrificación de su gama de productos; además, también ha actualizado sus planes de producción y logística.

A día de hoy, prácticamente la mitad de las emisiones de dióxido de carbono generadas durante todo el ciclo de vida de un vehículo eléctrico se deben a su proceso de fabricación (incluyendo la extracción de materias primas y su procesamiento). Las emisiones derivadas del uso del automóvil dependen principalmente del origen de la energía con la que se carga.

La batería es el elemento que más influye en las emisiones asociadas al proceso de producción de un coche eléctrico, pues supone el 40% del dióxido de carbono emitido durante la fabricación. De acuerdo con Porsche, el tamaño del pack debe ser el adecuado para conjugar una autonomía que cumpla con las expectativas de los clientes y una huella de carbono reducida.

La compañía ha analizado las prioridades de los usuarios, los cuales por norma general conducen menos de 80 kilómetros al día; además, el 80% de sus trayectos semanales son inferiores a 450 km. Por otro lado, los propietarios de un Porsche también demandan un buen rendimiento dinámico, algo que no siempre va asociado a un pack de gran tamaño.

Porsche cree que las baterías grandes no son siempre la mejor solución

De acuerdo con las simulaciones realizadas por la marca, un Taycan Turbo S con una batería de 85,1 kWh y un peso de 2.419 kg podría completar una vuelta a Nürburgring en 7:39,5 minutos. Si la capacidad del pack se redujera a 70 kWh, el peso bajaría a 2.310 kg, pero tardaría siete décimas de segundo más en completar una vuelta.

El menor peso se traduciría en un 0 a 100 km/h 0,02 segundos más rápido (2,9 segundos), pero el 0 a 200 km/h le llevaría ocho décimas de segundo adicionales (9,51 segundos). Por lo tanto, Porsche considera que el ahorro de peso no compensa la menor capacidad. ¿Qué ocurriría con unas baterías de capacidad superior?

Con un pack de 100 kWh se añadirían 107 kg respecto al vehículo de referencia. El tiempo por vuelta aumentaría a 7:42,4 minutos y la aceleración sería más lenta (0-100 km/h en 3,04 segundos y 0-200 km/h en 9,71 segundos). Con una batería de 130 kWh este efecto sería todavía más acusado, pues el coche pesaría 2.743 kg y el tiempo por vuelta se iría a 7:48,2 minutos. La aceleración también empeoraría sensiblemente (0-100 km/h en 3,28 segundos y 0-200 km/h en 10,48 segundos).

Aunque una batería pequeña es la mejor opción para reducir las emisiones durante el proceso de producción, un pack mediano ofrece la mejor dinámica de conducción. A la hora de buscar el equilibrio entre autonomía, prestaciones y sostenibilidad, Porsche ha llegado a la conclusión de que la capacidad ideal es de unos 100 kWh.

La marca estima que los vehículos eléctricos de segunda generación emitirán una cuarta parte menos de dióxido de carbono durante su ciclo de vida que los actuales. Las nuevas tecnologías de las baterías también contribuirán a reducir la huella de carbono, pues mejorarán la eficiencia general de los automóviles.

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