Tesla está trabajando hace tiempo en el lanzamiento de un coche que se colocará por tamaño y precio por debajo del Model 3. Un compacto del que han surgido nuevos rumores en los últimos días y que dibujan un proyecto de lo más interesante.
Hasta ahora sabíamos que el Tesla compacto se fabricará en China para todo el mundo. Aunque es posible que posteriormente cuando los costes lo permitan también podrá ser ensamblado en Europa. Una propuesta que ha sido calificada como «el Tesla de 25.000 dólares» que hacen mención al precio base antes de impuestos, y que en Europa se colocará ligeramente por debajo de los 30.000 euros en su versión de acceso.
Ahora varios medios están informando que Tesla ya valora añadir la denominación Model Q a esta propuesta, indican que su producción comenzaría en 2023 en la planta de Shanghái.
También se comenta que a pesar de colocarse como una opción más económica, este nuevo modelo de Tesla no renunciará a elementos del resto de la familia como los sistemas de conducción autopilotado, e incluso caces de presuntamente evolucionar a conducción autónoma. Como sus hermanos mayores.
En términos de diseño, el nuevo Model Q debería colocarse por debajo del Model 3 en tamaño, posiblemente en torno a los 4.5 metros de largo, con una parte trasera más deportiva. El resultado será una berlina más compacta pero que no renunciará tanto a ofertas económicas, como también a propuestas de altas prestaciones. Incluso algunos medios indican que la aceleración irá desde los 3.9 segundos hasta los 100 km/h para la más rápida, hasta los 6.9 segundos.
Como no podía ser de otra manera, el Model Q también contará con una versión SUV, y hasta tres opciones de propulsión. Tracción trasera, tracción total y versión Performance.
Tesla Model Q: batería de BYD
Pero donde está la clave de todo es en la batería. Este elemento permitirá el poder lanzar un Tesla de precio más asequible sin mermar los ingresos de la compañía. La pregunta es cómo lo harán.
Por un lado el propio Elon Musk aseguró que las celdas 4680 deberían permitir el lanzar un coche asequible en 2023. Una tecnología que todavía está en desarrollo y podría no llegar a tiempo para ofrecer todas sus capacidades en este y otros proyectos ya que por ejemplo, Panasonic ha dicho que no comenzará su producción hasta entrado 2023.
El plan B que ha trazado Tesla sería el de comprar a BYD sus avanzadas baterías de litio-ferrofosfato Blade. Un tipo de celdas económicas y resistentes que parecen encajar perfectamente con este proyecto. Una posibilidad que lleva tiempo rondando e incluso ha disparado los rumores a principios de 2021 de una compra del 20% de BYD por parte de Tesla.
La cuestión es que el problema no parece tanto de desarrollo de la tecnología, sino de desarrollo de la capacidad de producción. Y es que las celdas 4680 de Tesla tienen ya muchos pretendientes dentro de la marca. Cybertruck, Semi, Model Y, Model S Plaid Plus…
Todo eso antes incluso de iniciar la producción. Algo que hace muy complicado el atender a un modelo de mayor volumen sin un fuerte apoyo externo como el que le brindarán los diferentes acuerdos con CATL, LG, Panasonic, y a los que todo hace indicar se unirá BYD para alimentar al Model Q.
