Giga Berlin acumula meses de retraso en el inicio de sus operaciones habituales, y es que Tesla se ha dado de bruces contra el maravilloso mundo de la burocracia alemana, la perseverancia de colectivos ecologistas preocupados con la procreación de especies locales, bombas sin explotar de la Segunda Guerra Mundial y hasta escepticismo de los vecinos de la zona.
La gigafábrica europea está todavía esperando la autorización final para «darle a la máquina» y empezar a producir los primeros Tesla Model Y que acabarán en manos de clientes. Mientras tanto, la producción se sigue poniendo a punto. Elon Musk, CEO de Tesla, tiene planificado viajar a la fábrica en febrero, lo cual aumenta la rumorología de para qué va a ir allí (de nuevo).
El 9 de octubre de 2021 se celebró el «Giga Fest», un sarao en el que la fábrica se abrió al público para que pudiesen conocer las instalaciones de Berlín-Brandeburgo en Grünheide (Mark). Elon Musk estuvo allí. Esta vez huele a inauguración oficial de la fábrica alemana. Una filtración a Torque News aseguró que Musk viajaría a finales de esta semana, pero él mismo lo ha desmentido en Twitter, al menos en parte:
Así que a mediados de febrero el magnate sudafricano volverá a pisar suelo alemán. Ha matizado la fecha, pero no ha comentado lo de que viajará en un Tesla Model Y fabricado por manos alemanas desde el aeropuerto hasta la fábrica -y viceversa-. Si eso ocurre, es que el vehículo en cuestión habrá sido fabricado y matriculado antes de la inauguración oficial, pero ya con permiso de las autoridades para que la fábrica funcione.
En cierto modo podemos interpretar la visita de Elon Musk como otra bofetada en la cara de fabricantes alemanes que están afrontando con cierta parsimonia su transición desde los coches de combustión interna hacia los eléctricos, aunque estos hayan empezado a fabricar en suelo europeo antes que Tesla.
La contribución de Giga Berlin a los números de Tesla será importante a lo largo de este año. No solo habrá mayor producción de coches, también se reducirá la lista de espera de los consumidores del Viejo Continente, ya que los tiempos de distribución se van a acortar sustancialmente. Los trenes suelen ser más rápidos que los barcos enviados desde China, lugar desde donde vienen los Model 3 y Model Y para Europa.
